Kagura llamaba al celular de Gakuko insistentemente, hasta que esta contestó por resignación.
-Kagura-kun, ya te dije que iba a salir de compras hoy. Ahora no puedo atenderte.
-Pues dile al idiota de tu hermano que la reinita no quiere salir del cuarto, está encerrada en él y vino a la casa llorando a mares y no quiere responder.
-¿Qué? Ahora le digo – cortó y se levantó para buscar. Cuando lo encontró, lo vio besándose con otra mujer, cosa que la indignó, pero no dijo nada.
-Nos veremos mañana en el barco querido. Hasta entonces – volvió a sacarse la bata e ingresar a la cama solar.
-Ejem… - interrumpió – Hay que irnos. Llamó Kagura diciendo que Mei-chan está muy mal y no quiere salir de la habitación.