Luego se soltó el cabello, el cual estaba agarrado fuertemente y peinado a la antigua, dándole una apariencia más salvaje.
Cuando estaba a punto de sacarle la camisa, Gakuko abrió la puerta sosteniendo las dos cartas en la mano. Meian se paralizó enseguida ¿Por qué siempre los interrumpían cuando estaban a punto de gozar?
-Ups… lo siento – se tapó ambos ojos – solo quería darles… estas invitaciones a… ambos… que… que han llegado ha…hace un momento – tartamudeó avergonzada.
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-Iremos todos aunque sea lo último que hagamos – respondió algo más seria Miku - ¿Y tu irás acompañado? ¿Con Mizki , eh? – lo codeó.