Wtf… Antes de adelantarme, en qué sentido?
Hahaha, no sé. Supongo que estoy demasiado acostumbrada a la soledad y sus sentimientos.
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-Ya no hay nada que hacer. No depende de mí, sino de los de arriba – tomó su gigantesco pan, dispuesta a irse – Adiós flaco berenjena.
-… Aun me sigo avergonzando.
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A Akaito le brillaron los ojos, y ese esplendor iba en aumento a medida que ronroneaba de esa manera. Era como una NekoGirl en tamaño miniatura.
-No soy malo. Solo trato de ser un caballero…
Je, “caballero”.
Solo buscaba entretenimiento porque Zatsune recién salía de la cárcel, estaba horriblemente malhumorada y con una apariencia deplorable.
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-Fue un grave error haber venido. No es propio de mi hacer esto, menos en una ocasión que supuestamente tengo que estar “alegre”, por decir algo. Olvida lo que te dije, gracias por la cita, lamento las molestias causadas y borraré este ser de la faz del universo por el bien de todos – argumentó Meian separándose, dispuesta a tomar el elevador y bajar a la planta baja.