-Porque tenemos que hablar contigo de algo que me habías mencionado ayer.
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Kanade la tomó por los hombros y la sacudió.
-¿¡Pero que mierda te pasa , Kokone!?
Esta no le dijo nada. Tampoco parecía arrepentida.
-¡Mi hermanastra me quitó también a mi amor! Así que si voy a la cárcel , me da igual. No hay nadie ni nada esperándome allá afuera. Ni mamá , ni papá , ni mis hermanos , ni mis hermanastros ni mi madrastra... La soledad absoluta Doc. Algunos nacieron con estrellas , otros estrellados. Yo nací en medio de la desgracia. Crecí con ella y voy a morir como una desgraciada , en un pozo o tal vez en mi celda. Soy culpable por todo eso - Hizo una pausa - ¿Y bien? ¿Diagnostico? Tener un trastorno tal vez justificaría muchas cosas. No quiero justificarme , tampoco tirarme flores. Tal vez si me condenan a muerte... bueno , eso seria una gran anestesia general. Mi eterna salvadora. Dígame , Doc , ¿Alguien va a extrañarme? No , esa es la respuesta. Ya no se puede hacer nada , y usted lo sabe. Debo ser cortada de la existencia porque no voy a ser productiva. Mi descendencia tampoco lo será si yo lo soy , pues le voy a enseñar mal. Entonces , ¿De que sirve que usted pierda su tiempo conmigo? Es lo paradójico de su carrera.
El psiquiatra que le hacia la pericia se la quedo mirando fijamente.
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-Yo igual , de eso no hay duda.
Tema: La guerra de los vocaloids (Leído 1684397 veces)