―Yo te dije que te iba a ayudar, no llores por favor― Le acaricio el rostro con una sonrisa cálida para que no se sintiera basura por su adicción. Era un problema todo eso, pero él seguía siendo Shouta y no lo iba a dejar.
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―Porque ando teniendo hijos a lo loco en tus narices.
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Natsu tenía sus auriculares puestos y no oía absolutamente nada.
Estaba muy malcriada por Rin.
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Saito se estaba ahorcando en tres , dos , uno…
Kanade había terminado de componer una canción bien rockera que segura sería muy taquillera si la lanzaba al comercio.
Era para hacer un dúo con su hermana. La había adaptado a la tesitura y color de voz de cada uno.
―Kokone-chan, esta canción es para nosotros dos. Léela y cuando termines me avisas. Y practícala con el piano, que lo has estado dejando mucho de lado ― le dijo regañón.
―Mira quién habla, timador de mafiosos― se sonrió bastante picara.
―Ya cállate― termino dando un portazo.
Kokone leyó la canción.
―Ikasama⇔casino― Se repitió a sí misma.
Se acercaba el cumpleaños de Len. No tenia que regalarle.
Comenzó a escribir una canción, pero termino cogiendo por accidente las líricas y partituras de la canción a dueto compuesta por su hermano mayor.
―”Tengo algo para ti que es por adelantado” ― Escribió Kokone en su celular y envió.
Tema: La guerra de los vocaloids (Leído 1685207 veces)