Apretando los puños, interrumpió la canción con “Romeo & Cinderella”, versión power metal, en la cual pudo dar a mostrar su talento vocal, no solo físico. ¿Ellas querían eso? Bueno, también lo tendrían.
Demostrando que podía dar más, escandalosamente y sin vergüenza, se despojó las prendas de arriba, dejando sus atributos superiores femeninos al aire.
Una ola de flashes de cámaras profesionales enceguecieron a medio mundo.
Todo comenzaba a descontrolarse un poco.
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-“Los hombres son tan débiles…” – pensó para sí misma Meian, sonriendo satisfactoriamente al haberse salido con la suya.
Se entregó a la carne fácilmente, sin inconvenientes. Se había dejado llevar por sus pasiones carnales, y, en parte, sin que ella se diera cuenta, también a la verdadera degradación del ambiente musical.
En un par de horas todo había terminado.
-Tú…lo hiciste muy bien- le acariciaba el cabello suavemente con delicadeza.