—Papá, te amo demasiado, no puedes irte. No nos puedes dejar solas. Quédate con nosotras, quédate conmigo, no te vayas papi. Papi, papi, por lo menos tienes que vivir para ver nuestras bodas, papi, vive para siempre — Le decía sin dejar de llorar.
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—Podría contarte cosas peores , pero te deprimirías. Y lo que harás es lo mejor.