— ¡Sí! — Se tiró de cabeza hacia los regalos. Eran juguetes, maquillaje, ropa, zapatos, adornos para el pelo y sobre todo, un traje cosplay del personaje que le gustaba a ella. El mismo vestido que les había pedido a sus padres — ¡Me trajiste lo que yo quería! —Saltaba de emoción en el sillón.
—Un pajarito me contó que te gustaba mucho un anime. Pensé que el rojo se vería adorable en ti. Lo hizo un diseñador amigo mío.
— ¡Gracias! ¡Gracias! — De un brinco se le tiró encima.
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Todo le calzaba perfecto. Seguramente sería de complexión mediana.
No para de mirarse en el espejo , porque después de todo , era una niñita coqueta.