— ¿¡Como no quieres que llore, idiota!? Si todos pagan por mi estupidez.
En eso Oyuky empezó a llamar por Skype. Meian se secó las lágrimas y fue a atenderla.
— ¿Qué pasa cariño?
— ¡Mami! No te veía así desde que vi fotos tuyas de cuando tenías veinte años. Y no pasa nada, solo te llamaba para decirte que te extraño y te quiero mucho.
—Yo también te quiero.
—Estás triste mami… ¿Qué pasa?
—Nada Oyuky-chan. Aunque te lo explicara no comprenderías.
—Ah, bueno. ¿Sabes? Me gustaría que papi estuviera en casa y te mimara más. Tengo que irme mami, debo practicar con Ikki-nii. Te voy a mandar el primer concierto de Sakura por mail. Te amo mami.
—También te amo.
—Por cierto, vístete así siempre. Eres la mami más linda de todas. Adiós — cortó.
—Adiós…
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—¡No me grites! ¡Feo y malo!
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—Ya no llores por mi.Has de cuenta que no existo.