—Dos meses. No te puedo decir nada, si gritas como un loco todo el tiempo que trato de decirte algo. Al final preferí callar antes que escuchar tus rugidos de ogro — Bajó la mirada. La verdad es que en último tiempo ella estaba muy sensible, dependiente, celosa, envidiosa y con una actitud muy odiosa. Pero le echaba la culpa a las hormonas —Y no pareces creerme tampoco. Así que… adelante, haz lo que quieras. Que no te importe nada, ni Sakura ni yo.
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—Si no se mueven con cuidado van a caer los tres — dijo por fin Kagami —Aparte está Grace de la vereda del frente.
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Artemis únicamente sonrió.