Un día de escuela. Eres nuevo/a en ese lugar y crees que el resto del día será un infierno, más aún si te has cambiado de escuela o repetiste un año de secundaria. Pero, sobre todas las cosas, que los alumnos te odien o te etiqueten de "raro" por pensar diferente del resto.
Crees que la vida es una simple basura y técnicamente tomaste la decisión de rebelarte contra todo y todos, los que te hicieron daño y luchas contra la injusticia que reina en este sistema.
Con las manos sudorosas, ingresas al lugar donde ya de por sí, todos están mirándote con esos ojos intimidantes. Sin darte cuenta por estar pensando demasiado, te encuentras parado en la fila de tu respectivo grado, y las banderas nacionales ya están retirándose entre un montón de aplausos. Ellos continúan hostigándote con esa fría mirada, y tú te preguntas porque la vida tiene que ser tan injusta con uno mismo, cuando en realidad de pequeños no hemos hecho nada para que esos sucesos pasen.
Tu corazón se cae a pedazos de sufrimiento y varias veces has intentado arrebatarte tu valiosa vida... la vida que por culpa de otros, parece insignificante.
Quieres llorar, quieres correr, quieres gritar y lo único que encuentras es oscuridad y no hallas ninguna salida.
Sigues carcomiéndote la cabeza mientras caminas lentamente e ignoras todos los insultos u empujones de tus antagonistas, en TU historia.
“¿Qué tienen en contra mía?”, te preguntas interiormente de vuelta.
Es un milagro si tienes un aparato electrónico como un Ipod para distraer un poco la mente; aunque no de mucho resultado, ya que ese corazón traicionero no te deja vivir tranquilo. Tu conciencia te molesta, no por remordimiento alguno, sino por la tristeza que invade tu cabeza...
"¿Tendré que aguantar esto hasta tiempo indefinido?”
Si alguien respondiera tu pregunta, de seguro te largarías a llorar... lamentablemente nadie en estos días estrecha su mano y la pone en tu hombro... al contrario, pareciera que todo fuera a propósito para uno, que te lancen esas miradas hostiles y crueles.
"¿Por qué no me pasa un camión por encima?"
No lo hace porque tu vida es valiosa... en realidad, en esas instancias uno cree que la vida es una gran porquería por las malas acciones de otros.
¿Cuántas veces nos hemos preguntado qué sentido tiene nacer, crecer, enfermarnos, sufrir y morir? De seguro muchas, infinidad de veces; aunque todo tiene un sentido y cada uno tenemos un propósito diferente en este mundo, aunque no sepamos cual es.
En el aula, caminas callado, frío, indiferente hasta la parte trasera del salón y dejas caer todo el peso de tu cuerpo en la silla.
Hay una compañerita que está delante de todo, y te observa con lujo de detalle... una mirada de curiosidad. Te llama la atención y te propones mentalmente hablarle durante el recreo.
Pasa la hora y sales con la cabeza inflada de problemas (y peor si tienes un compañero que se vive desangrando por Hitler).
La ves,le intentas hablar. La persona dirige su mirada a la tuya, con una radiante sonrisa que hace mucho tiempo no veías, en este mundo de hipocresía.
Maldita sea... se fueron las palabras de la boca y tartamudeas como un tonto... es gracioso recordarlo.
A partir de ese momento, tu vida cambia en un giro radical cuando conoces profundamente a esa persona: Te sientes vivo, alegre, estimulado ¡Esa persona te hace sentir querido y te enseña que la vida no es estar por los rincones llorando y lamentando de los hechos pasados!
La quieres profundamente...!Eureka! , ¡Descubriste otro nuevo mejor amigo!
Pero todo siempre tiene una traba... después de meses de conocer a esa persona, un día que faltas a la escuela te pierdes de mucho.
Al otro día que vas, te enteras que ese amigo está a punto de morirse y está en un estado muy grave, todo por una maldita enfermedad que ella disimulaba con una de sus tantas sonrisas.
Quieres morirte, reprimes el sufrimiento en grandes cantidades, y… volvemos a lo de antes... vas a un negocio y se te escapan algunas lagrimas...
Es de noche, estás sentado frente a la computadora escribiendo esto, llorando como condenado, escuchando una canción que describe detalladamente cada uno de los sentimientos que oprimen tu pecho y lloras más que antes. No puedes dormir, son las diez y veinticinco pm y todavía andas despierto.
Estás desviviéndote por pensar en la persona tan querida que está padeciendo en una maldita cama, sufriendo y luchando por su vida.
¡¡¡¿PORQUE?!!! ¡¡¡¿PORQUE ESTO TIENE QUE SER ASÍ?!!!!
No paras de llorar. Una vez que encontraste otra cosa que hace bien, te la arrebatan y dejan una herida colosal sobre tu estado psicológico.
Ahora tú eres el que desea morirse.
Siempre intentas hacerte el duro, diciendo cosas como: "no llores por lo que no vale la pena...”, pero esta vez vale muchísimo la pena y te encuentras ahogando los gritos desgarradores de dolor.
Dios... en este momento ella estaría apoyando una mano en tu hombro y te consolaría con la más pura de sus sonrisas, con la más suave de sus palabras y el más amable de sus abrazos. Diría algo parecido a: “no llores... yo estoy aquí contigo"
“¡NO PUEDO HACERLO, POR DIOS!... ¿¡ACASO NO SABES QUE ME ESTOY COLAPSANDO A CAUSA DE ESTE SUFRIMIENTO!? ¡NO PUEDO SOPORTARLO MÁS!
¡ESTA VEZ NO ESTOY OCULTANDO MI DOLOR! ¡ME ESTOY DESANGRANDO!
¡POR CUALQUIER COSA QUE HAGAS, NO TE MUERAS! ¡YO TE QUIERO! ¡TE AMO POR LO EXCELENTE AMIGA QUE ERES! Te lo ruego... no te mueras...”
Eso es lo que gritas en el vacío de la oscuridad de tu propia habitación, sin importarte que algún vecino pueda pensar que eres el peor de los desquiciados.
Decides tomar medidas drásticas: coges tus llaves y sales a dar un paseo por la calle, siendo de noche y un barrio un tanto peligroso.
Quieres despejar tu mente, y eso requiere caminar mucho.
Terminas sentado en el banco de una plaza, para echarle un vistazo al suelo y terminar de ver como unas pequeñas gotas de agua dejan un brillo en esa baldosa vieja y sucia.
Piensas en todo el sufrimiento que pasaste en tu vida, además del asqueroso bullying que tanto has sufrido en tus años escolares.
Al día siguiente, sin importarte nada, vas a la escuela como si fuera cualquier otro día normal. La diferencia es que, en el bolsillo de tu mochila, guardas una soga lo suficientemente larga como para cometer un acto clasificado como el más cobarde.
Eso es lo mejor que se te ha ocurrido luego de tanto pensar y llorar, puesto que no te interesaría seguir viviendo en un entorno donde te rodea la soledad.
Tu amiga está en coma, a punto de morirse. Y no cualquier amiga, tu mejor amiga de verdad, no solo la que rara vez te responde en el msn.
Pensaste en otras opciones: matar a tus compañeros.
Pero… ¿Para qué? Con todo lo que te hicieron, no vale la pena compartir el mismo estado en que pronto estarás. Y tú amiga también.
Es mejor que sigan sufriendo en esta vida. Que se la arruinen solos por causar la ruina de otros.
Atas la soga en un caño resistente que está en el baño se chicas, encerrándote en un cubículo.
Mientras haces esto, tu amiga murió en el hospital, sin que sepas nada.
“Esto es para ti.
Una de las pocas personas que me ah demostrado lo valioso que es aprovechar esos pocos momentos efímeros de felicidad en la vida, y la verdadera amistad.
Pero hay algo que tienes que comprender, y eso es que donde tú vayas, yo iré. Cuando mueras, yo también lo haré y luego ahí seré enterrada”
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Espero que les haya gustado.
Es un escrito viejo, así que tal vez tenga algunos errores. Igual lo corregí un poco, pero si notan fallas, se aceptan críticas constructivas.
Se aceptan recomendaciones para cambiar el titulo.
La verdad que hay una pequeña gran parte de mi en este escrito. Espero haberles hecho emocionar tanto como yo lo hice al escribirlo hace un poco más de dos años.