Primer capitulo de esta idea, espero que les llegue a interesar y me comenten sobre ello, cuiidence hasta luego ...
La Rosa
-¡Ja! No te escaparas Rosa- advertía el oficial Uchiha al momento que hacia un movimiento de ataque hacia su oponente con la espada.
-Siempre lo hago, podríamos ahorrarnos este tiempo de pelea sin fin- se defendía la hermosa mujer mientras daba un salto hacia atrás para quedar justo encima de un barril , dejando a Uchiha por lo bajo, pero siguiendo embistiendo al hombre.
-Mi trabajo es atraparte así que… no vamos a ahorrarnos nada- decía mirando hacia arriba , donde se encontraba la mujer.
Su vestimenta consistía en un antifaz que le cubría mitad de la cara, y de color negro una parte y blanca la otra, con una camisa estilo pirata que le permitía moverse con más agilidad, un pantalón de tela suelta negro y unas botas blancas, su cabello iba recogido y puesto sobre su hombro izquierdo con una cinta negra… la cinta negra que significaba un sin fin de cosas. Por su lado el hombre venia vestido de civil, ya que el siguiente movimiento de La Rosa lo había dejado más que desprevenido, con un pantalón suelto, una camisa ceñida al cuerpo y espada en manos se enfrentaba a su eterna enemigo, o según su superior debía de verla así, pero el sospechaba que tras esa mascara se encontraba algo mas oculto que su cara.
-¡Je! En realidad si no tuviéramos estas peleas todo sería más aburrido, ¿Verdad?- contesto al momento que saltaba del barril y se ponía a la altura de su oponente.
-Algo así… ¡Esta vez no dejare que te lleves nada de acá!-grito desafiante el hombre mientras veía la sonrisa que se extendía en la cara de la mujer, ¿Por qué no podía estar enfadado con ella?
-Perdón por no poder cumplir tu promesa, pero me debo de retirar, fue un placer como siempre pelear contigo-dijo la mujer al instante que con un vasto movimiento hacia que la espada del hombre callera , quedando ella apuntándole al corazón y subiendo su espada al punto de levantarle la barbilla- Nos volveremos a ver Uchiha, quizás algún día lleguemos a ser amigos… o no.
Y así fue como La Rosa volvía a escapar, pero esta vez sin nada valioso entre sus manos ¿Qué iría a buscar La Rosa a ese lugar?, el oficial Uchiha no lo sabía, pero cada vez se interesaba más en conocer ¿Quien era la Rosa?. Tomo su espada del suelo y la enfundo tal como había estado en un principio y se fue pensando por el camino a su hogar.
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-Hola amigo…-empezó a hablar un chico que al ver la cara de pocos amigos solo pudo deducir una cosa “Su amigo no había podido capturar… otra vez a la Rosa”- otra vez escapo ¿Eh?
-¡Rayos! Si… esta vez la pelea no fue tan emocionante como las demás, ella parecía tener prisa… y además ni siquiera sé que hacía en ese lugar, ni que se llevo, cada vez que me acerco me doy de cuenta que en vez de saber más, me confundo… si sigo así nunca la atrapare-decía entre confuso y angustiado Sasuke mientras se sentaba en un sillón que estaba en la sala que era la habitación donde se encontraba.
-Algún día quizás logres entender porque esa mujer hace lo que hace- contesto por milésima vez Iván con una sonrisa, parecía no cansarse de siempre estar alegre y de paso decir esa bendita frase.
-No vuelvas con el bendito sermón , mejor dime que has hecho en el día- le pedía el oficial mientras se tomaba la cabeza en sus manos y veía como su amigo se sentaba en otro sillón diagonal al suyo.
-Escribir, escribir y escribir, me levante muy inspirado hoy, eh comenzado una nueva historia, justo acá tengo mi cuaderno de notas- le contesto mientras tomaba un pequeño cuaderno de la mesa que quedaba justo al lado de su sillón.
-Al menos tu puedes perderte en tus libros y tus ideas, a ver, lee lo que has escrito- le pidió Sasuke con amabilidad viendo a aquel amigo que una vez le había salvado la vida.
-No es una historia muy feliz que digamos-advirtió Iván.
-No importa, con tal de distraerme de pensar en La Rosa, hasta un cuento de miedo me vendría bien- contesto con una leve sonrisa la cual Iván le correspondió.
“Jabil un pueblo del Oeste, del país Lesmandio, vivía una hermosa familia integrada por una hombre, su mujer y la pequeña hija de ellos dos, eran pobres pero eso no quitaba el que fueran muy felices, sus vecinos eran los mejores que cualquier pudiera pedir, siempre estando ahí cuando se les solicitaba, amigos de otros pueblos por doquier al ser cada adulto de familias numerosas.
Toda esta felicidad era la que recordaba esa hermosa niña, mientras estaba en su cama sintiéndose muerta en vida, al tiempo que veía a su borracho padre al lado de ella, y notaba la situación en la que estaban los dos desnudos, por sus ojitos caían lagrimillas de cristal, dulces e inocentes, porque a pesar de lo que había pasado ella era y seguiría siendo inocente.
Todo había pasado muy rápido y todavía recordaba aquel día en el que todo había comenzado.
-¡Hein, ¿Qué Tienes?!- gritaba su madre mientras veía a su padre borracho con un cuchillo en su mano derecho.
-Tu culpa… es tu culpa, Me has estado engañando mujer del demonio- decía con la expresión totalmente transformada, ya no era el buen hombre que todos los días salía de su casa a trabajar.
-¿Engañado? ¿De qué hablas?- preguntaba la mujer que mas que intrigada quería quitarle el arma blanca que tenía en sus manos.
-Eres una puta, zorra, eres el ser mas repugnante que eh visto en mi vida- se acerco a la mujer, con una sola intención… Matarla.
-Hein, suelta ese cuchillo- la mujer no le importaba que le dijera, ella sabía en su interior que eso se le pasaría, quería quitarle el cuchillo antes que hiciera cualquier tontería.
-¡No! Hare contigo lo que debí de hacer desde hace tiempo- dicho esto, se vio la imagen en cámara lenta , él como el hombre clavaba el cuchillo justo al corazón de la mujer y esta caía al suelo inerte.
-¡Mami!- grito la niña de 8 años que había visto absolutamente todo mientras estaba escondida y ahora se dirigía hacia el cuerpo muerto de su madre- Papi ¿Qué le hiciste?- pero el no dijo nada, no había remordimiento en sus ojos, solo ira y maldad, su aura tan clara en antaño ahora era oscura, parecía otra persona. La niña por su lado era joven, era tan inocente, tan ella, lloraba con todas las ganas que tenía a su madre, mientras sentía como la tomaban del brazo y la arrastraban al que era su cuarto.
Allí dentro paso algo que a una niña de ocho años ni siquiera debería saber cómo se llamaba, el momento en el que su padre la desvistió, el momento cuando la comenzó a tocar, cuando comenzó a introducir sus manos por lugares donde ella ni siquiera sabía cuál era su nombre por completo, cuando miro a su padre totalmente desnudo, y aquel momento donde él la penetro, donde el dolor la inundo y las lagrimas caían sin cesar por su hermosa cara, desde ese día ni ella ni su padre habían vuelto a ser igual.
Y allí estaba ella recordando la primera vez de muchas noches, había pasado un año y cada vez que podía la tomaba y hacia con ella lo que él quería, ella había golpeado, aruñado y hecho todo lo que estaba en sus manos para alejarlo, pero un día se dio cuenta que ella solo luchaba contra un gigante que no la dejaría en paz, así que dejo que el hiciera lo que quisiera y después de eso solo se sintió muerta, muerta en vida.”
-¡Wao! Nunca me imagine, ni aunque me lo advertiste que tu harías una historia tan triste, creo que fuera sido más pasable si la protagonista no fuera una pobre niña de 8 años- opino Uchiha el cual no había dejado de escuchar cada una de las palabras que su amigo le relataba.
-Uno nunca deja de conocer a las personas- otra de sus frases más pegadas a él- por cierto , si no me equivoco La Rosa siempre deja una flor en cada asalto, y no has hablado de nada de eso.
-Es otra de las cosas que me han dejado perturbado, esta vez se fue tan rápido que ni dejo la rosa, dios, esa mujer me volverá loco- decía mientras apoyaba su cabeza al espaldar de el sillón- pero, a ver dime, ¿De dónde te llego la inspiración?
-Tú no olvidas nada ¿Verdad? Qué curioso eres- comenzaba a decir Iván al conocer muy bien como su amigo no dejaba nada a la deriva- se podría decir que fue un sueño, llego una noche y pensaba en plasmarlo o no en papel y hasta hoy me decidí.
-¿Quedara allí?
-No lo sé, quizás haya más que contar, veré lo que me digan mis sueños, que justo ahora- dio un gran bostezo- creo que me estaban llamando para que vaya a la cama.
-Está bien, ve a dormir, Buenas noches- se despidió de su amigo.
-Buenas noches y vete a dormir , así a lo mejor dejas de pensar un poco en esa mujer- y sin decir más Iván se fue a dormir y luego de un rato Sasuke también se fue a su cuarto.
Lo que Uchiha no sabía es que nunca dejaron de hablar de La Rosa, puesto que esa pobre niña había sido ella y ese padre era el motivo por el cual luchaba día tras día, por Venganza, y las rosas que habían comentado era la forma de informar a los demás del porque había hecho cada ataque.