Hola xDDD
No diré más que este drabble se lo dedico a Maricruz ,D
La melodía más triste
Como todos los días, allí se encontraba la hermosa muchacha de grandes ojos verdes y largo cabello castaño, mirando en silencio al que tan sólo días atrás había apoyado en la guerra.
Desde que perdió Silesia en manos de Prusia, el amante de la música clásica se había mantenido la mayor parte del tiempo tras su gran piano, tocando melodías que dejaban al descubierto su sentir, logrando transmitir los sentimientos de aflicción que lo embargaban a cualquiera que las escuchara. Y eso a Hungría la ponía triste. Normalmente disfrutaba verlo tocar, pero cuando la musicalidad encerraba desconsuelo, prefería que se abstuviera de hacerlo.
El hombre de oscuro cabello dejó de tocar y las últimas notas quedaron suspendidas en el aire unos momentos.
—Señor Austria —nombró con voz suave.
—Ah, Hungría, no sabía que estabas aquí —el austriaco posó sus violetas ojos sobre la mujer. Su voz sonó calmada y su expresión demostró que así se encontraba, mas Hungría sabía que por dentro se lamentaba. Él no era muy bueno expresando sus emociones a menos que fuera por medio de la música, pero ella lo conocía lo suficiente como para decir que todo lo acontecido días antes, le dolía.
—Señor Austria, lo siento. Si hubiera visto lo que venía o hubiese actuado más rápido quizá Silesia…
—No intentes echarte la culpa —la reprendió frunciendo un poco el ceño. Ante la expresión de pena y preocupación de su compañera, suavizó sus facciones—. Resultaste de mucha ayuda, Hungría. Sin ti, la guerra se hubiera extendido y no sólo habría perdido Silesia.
—Pero jamás lo había visto tan mal. Sus sinfonías son demasiado tristes y me deprime verlo así.
—Está bien, deberías entenderlo. Era parte de mí después de todo. Aunque deberías saber que, por muy amargas que te parezcan, estas melodías no lo son tanto como una en especial. No siento el dolor suficiente como para interpretarla en estos momentos.
Hungría abrió los ojos, sorprendida. ¿Era posible que una canción fuera más triste que aquellas? ¿Qué clase de situación desgarradora podría ser la causante de que el señor Austria ideara semejante melodía seguramente capaz de romper corazones? Austria le adelantó las respuestas antes de que formulara las preguntas.
—Sólo tocaría ésta si me dejaras, Elizabeta.
Y la sorpresa fue mayor, ahora acompañada de una gran vergüenza que se notó cuando los pómulos de Hungría enrojecieron.
—Señor Austria —irrumpió el mensajero en el salón—. La archiduquesa desea hablar con usted.
Austria asintió y pidiendo permiso a la castaña, se retiró de allí caminando detrás del recadero dejando a la mujer con una gran confusión, que fue sustituida al poco tiempo por una alegría inmensa mientras una sonrisa adornaba su rostro. No le mentía, nunca lo hacía cuando utilizaba su nombre humano.
—No te dejaré, Roderich. ¡Jamás!
Y hasta la fecha, Elizabeta no ha escuchado esa triste melodía.
Fin