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Autor Tema: Segundos de Vida  (Leído 4457 veces)

shi11 Desconectado
« en: Mayo 09, 2011, 08:18 pm »

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Segundos de Vida
« en: Mayo 09, 2011, 08:18 pm »
Hola, vengo a publicar mi obra maestra, luego de que me fui del antiguo foro por un tiempo mer topé con que estaba cerrado ¬¬
Bueno, este Fic, a diferencia de los demas (si nunca me han leido, sean bienvenidos y aporten sus criticas y comentarios, seran bien recibidos)
es en el que he puesto mi alma y mi cerebro. Lo edito cada dos horas en word ;). Así que queria publicarlo.

Es NaruSaku, ya que me encanta la pareja, talvez al terminar este fic, haga un SasuSaku, que tambien la adoro. Eso depende de ustedes

Espero les guste. Claro, aun me esta costando adaptarme al sitio, y creo que la letra es muy pequeña pero no se agrandarla ¬//¬




Capitulo uno: El postre
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Lejos de la puerta de un fino restaurante había una mesa, en esa dichosa mesa había dos jóvenes. Un hombre y una mujer, que hablaban animados sobre su grandioso día.

El hombre era un  moreno de cabellera rubia, de ojos intensamente azules Caribe, vestido de un terno negro y sin corbata. Su acompañante era una mujer de piel nívea de melena pelirrosada y ojos tan verdes como el jade, vestida de un hermoso vestido verde y su cabello recogido dejando algunos mechones sueltos.

El hombre era dueño de una famosa empresa, formada entre sus dos mejores amigos. La mujer era la vicepresidenta de la empresa. También era su novia, su primer amor y el último. Los dos habían sido muy amigos en la infancia y sin darse cuenta llegaron a ser más que amigos y colegas de trabajo.

En el restaurante servían los mejores platillos de la ciudad y del mundo. El rubio se conocía con el dueño, había comenzado con un pequeño puesto de ramen y ahora era un famoso restaurante donde solo los más quisquillosos de los comensales iban.

El mesero tomo la orden y en menos demedia hora llegaron sus platos. Se miraron  y sonrieron. Dos platos del más exquisito ramen  los esperaban en la mesa.

-¡Buen provecho! –dijo la pelirrosa sonriente, el rubio le sonrió abiertamente –come más despacio, te vas a atorar

-H-Hai –dijo entrecortado sorbiendo los fideos

Realmente, lo que le gustaba de ella era que no pedía ensaladas o hacia dietas estúpidas para tratar de estar en forma. Ella tenía buen apetito, tanto como él. Pero eso no significaba que era gorda, era de buena contextura. No era de esas mujeres que daban cualquier cosa por ser un saco de huesos, ella no era así, era diferente…era ella. El trabajo del día a día era su ejercicio perfecto, no era sobre exigente pero se trabajaba bajo presión y el  stress.
Sin darse cuenta se había quedado mirándola fijamente, detalle por detalle. Como si fuera una maravilla de la extraña naturaleza.

-Ne~ Naruto –llamó ella avergonzada deportándole de su hipnosis –me da algo de pena si me miras así…

-¿Nani? –preguntó suavizando su mirada, la observó...parecía un tomate de lo roja que estaba, sonrió de medio lado –Gomen…no quise ponerte nerviosa, datteayo. Ni quise mirarte…, digo, no es que no quiera mirarte…si me gusta mirarte –el rubio se convirtió en un niño de un segundo a otro y se hizo nudos en lo que decía, la chica se rió fuertemente

-Sí, te entiendo –dijo soltando una risilla que sonrojó al trabado rubio –¡eres tan divertido!

La pelirrosa le saco una sonrisa orgullosa al rubio.
Eso le gustaba de él, la falta de conciencia de lo que decía, tenía la mala costumbre de no saber lo que decía. Pero solo con ella. Era la forma más cómica de amarlo. Su sonrisa dibujada en su resplandeciente rostro la animaba –este o no triste- Naruto podía sonreír y ella dejaba atrás todos sus problemas y sentía una paz interna que solo él le brindaba. Naruto; fue, es y será su más querido tesoro.

-Sakura-chan –nombró con delicadeza –realmente eres…muy hermosa, siempre lo fuiste…dattebayo

Sakura se sonrojó, Naruto también lo hizo.
Había cambiado, desde su forma de pensar hasta su forma de decir las cosas. Ahora lo decía con delicadeza. Lo único que le hacía ser Naruto Uzumaki era su forma de ser; honesta, justa y feliz. Esa frase que decía al terminar sus oraciones era irritante, pero dulce. De una graciosa manera.

-El vestido… -decía la ojiverde –era de mi madre, me lo dio cuando cumplí 20

-Hace dos años –murmuró el rubio, él sabía cuánto extrañaba a su madre –es un lindo color verde, combina a la perfección con tus ojos –comentó –los ojos de Nanami-san eran verdes también, dattebayo

-Sí, mi  madre tenía los ojos más verdes que jamás he visto en mi vida –dijo riendo tristemente –eran color esmeralda, mi padre los tenía marrones

-Je –rió Naruto –es una lástima que no tenga los ojos de mi madre

-Idiota –le gritó molesta –a mí me gustan tus ojos azules, me hacen pensar muchas cosas cuando los veo


Naruto se asustó, se sobó la nuca y comenzó a comer de nuevo. Cuando terminó llamó al mesero para que retirara los platos ya vacios y trajera el postre. Sakura miró con estrellitas aquel postre tan delicioso a la vista.

-¡Que rico! –comentó sumamente contenta, Naruto la invitó a probarlo

-Este postre lo pedí solo para ti, es una receta muy antigua y es de Rusia…me tomó como una semana averiguarlo, así que puedes disfrutarlo

-Pero, Naruto… -se excusó, Naruto pensó lo peor –no podría, está tan bien hecho, me da un poco de pena destruir su triste imagen.


Naruto pudo respirar de nuevo, alentó nuevamente a Sakura para que lo pruebe. Luego de un rato de duda, ella probó un pedazo. Lo que Naruto quería oír era un simple: “Está delicioso” y eso fue lo que oyó.

-Me alegro que te guste, se me ocurrió la idea cuando mencionaste que era temporada de fresas –le dijo feliz, ella volvió a sonreír –te ves tan linda

-N-Naruto…




Continuaraa...
According to HIM...



~I love NaruSaku~

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