gracias por los comentarios de verdad aprecio sus comentarios jejejeje
kozumi y Pop Corn
espero les agrade jejejeje saludos!!!!! esta algo larguito jejeje
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No había logrado escapar, podía sentir al hombre que se acercaba mientras ella aun intentaba incorporarse y gritaba de desesperación, mientras las lagrimas invadían su rostro.
Ver como este la rodeaba con sus brazos de una manera sobreprotectora hiso que una ira se apoderara de él, algo casi inhumano se apoderaba de él.
comenzó a enjuagar su cuerpo y a lavarlo, mientras lo hacia un rubor cubrió las mejillas de la chica y el vapor del agua caliente no ayudaba en nada.
Capitulo dos.
El lugar estaba iluminado por algunos candelabros, aunque la luz era muy tenue, aun así dejaba que se viera la silueta de su cansado y desanimado rostro reflejarse en la enorme habitación, había una mesa llena de los manjares más ricos residen preparados sobre el hermoso mantel blanco, el volvió a ver la mesa con desgano y tomo su copa de vino oscuro, miro el contenido de la copa y lo comenzó a tomar lentamente, dejando que su garganta sintiera el exquisito sabor de este.
No quería que nada malo le ocurriera y más valía que el maldito bastardo que la tuviera no le hiciera nada, porque si no él sería capaz de perseguirlo hasta el mismísimo infierno para hacerlo pagar.
No podía soportar la incertidumbre de no poder encontrarla, estaba exhausto, se había pasado toda la tarde montado en su caballo examinando la zona para ver si podían rastrear a su dulce flor, pero nada, esa maldita rata sabía bien como esconderse, sus pantorrillas habían terminado desechas por la fuerza de haber estado todo el día en caballo.
Aunque el vino estaba logrando su cometido, se sentía un poco más relajado de los músculos, pero su mente aun estaba tensa, tenía que mantener la serenidad, si no podía llegar a cometer una tontería por su incertidumbre que estaba como su sombra.
Le pediría ayuda a los dos clanes fundadores de la ciudad de Konoha, el clan Hyuuga y el clan Uchiha, los cuales cuando comenzaron los problemas de un solo reinado, prefirieron hacerse a un lado y dejar que un Rey gobernara, mientras les dejaran aun su rango como tal, pero ahora necesitaba de esos dos clanes, el problema se estaba haciendo mayor, aunque no estaba tan seguro de que ellos quisieran apoyarlo, ¿por qué ahora?, cuando él nunca les había tomado la mayor importancia a esos dos.
Tendría que hacer algo para que le ayudaran, algo más que decir que su hija había sido capturada, algo que captara su interés de ambos, no podía pasar por alto que estos dos contaban con los hombres más fuertes y agiles en cuanto estrategia y fuerza.
Solo quería que esto fuera una maldita pesadilla, se maldijo de nuevo por no haber prestado más atención a su alrededor, pero es que al estar cerca de Sakura se le olvidaba siquiera que existía un mundo aparte de ellos.
Se volteo a una de las enormes ventanas de la sala, camino hasta quedarse frente a la ventana, retiro la enorme cortina, vio el frio paisaje en la oscuridad de la noche que era iluminado por el hermosa luna, se alejo de nuevo de la ventana y recargo su mano en esta y dejando su mirada al vacio sin decir nada, se volvió a servir vino acabándose de un solo trago la copa, dejándola bacía en la mesa.
Comenzó a mover de una manera muy pesada sus pies y prácticamente monótona por los oscuros pasillos del lugar.
Así Itachi llego hasta su habitación completamente oscura, no se podía ver nada hasta que espero que sus ojos se acostumbraran un poco a la oscuridad de la habitación, sintió el cansancio en todo su cuerpo, cuando llego por fin a la orilla de la cama se dejo caer cerrando así poco a poco sus ojos, en la oscuridad.
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Abrió los ojos lentamente, el lugar era bastante oscuro y frio, puedo ver como una luz naranja era la que alumbraba el lugar, seguro era una fogata la que provocaba esa luz además de que podía sentir en su espalda el calor del fuego, aunque aun así sentía algo de frio, volvió a cerrar sus ojos y sintió que su mejilla estaba sobre algo rasposo y duro.
Comenzó a hacerse consiente de todo su cuerpo, poco a poco.
Estaba algo adolorida, pero se dio cuenta hasta que sus músculos estaban demasiado tensos para hacer algún movimiento rápido, aun así no quería moverse ya que se había percatado que no estaba en su habitación o en algún lugar familiar.
Pudo escuchar dos voces masculinas, que parecían algo lejanas, aunque podrían ser sus oídos que aun no se reponían del todo.
Pero al oír las voces desconocidas pudo recordar todo, sobre todo la sangre en sus brazos, las alzo hasta su rostro y pudo ver la sangre seca, que ya estaba algo cuarteada pero aun presente en sus brazos, al verlas pudo percibir mejor el aroma de esta.
Se incoo enseguida para poder revisar si su cuerpo tenía alguna herida, ya que en sus brazos no había visto nada, reviso su abdomen y no pudo notar nada, pero fue interrumpida por los fuertes pasos que crujieron detrás de ella.
Iba a voltear en ese momento, pero la fuerte voz de un hombre la detuvo.
-Ni siquiera se te ocurra voltear, ¿entendiste?
Esta quedo inmóvil ante la orden así que hiso lo que le había dicho el hombre.
Este después aventó un pequeño trozo de tela que callo delante de sakura.
-Ponte eso en el rostro, no nos interesa conocer a una bruja de este lugar.
Sakura simplemente siguió lo que dijeron y comenzó a rodear con el pequeño manto su rostro y acomodarse mejor su pequeña capucha, solo dejando a la vista sus hermosos ojos jade.
Cuando por fin termino giro y pudo ver a dos hombres, ellos estaban completamente cubiertos, al igual que ella lo único que dejaban ver eran sus ojos.
Uno tenía los ojos más oscuros que había podido ver, mientras que el otro tenía unos ojos azules hermosos.
-Solo queremos que nos muestres como salir de este lugar-. Dijo el de ojos azulados, su voz sonaba más suave.
-¡Ya te dije! No necesitamos de una bruja para salir de este espantoso lugar.
-¡Ya cállate!, por favor ¿nos ayudarías?
El chico mostraba realmente sinceridad en su mirada o al menos eso creía ella, a lo cual asintió a la petición del joven de ojos azules.
Después se maldijo interiormente por ser tan ingenua y tonta de creer solo con sus palabras en que decía la verdad.
-Bueno, empecemos a movernos de una vez, ya va a empezar a amanecer- dijo el chico de los ojos oscuros que ya se dirigía fuera de la cueva.
-Bien, ya que ha accedido vámonos.
Sakura los iba a comenzar a seguir, cuando su caminata fue interrumpida por la espalda reclinada del hombre de ojos azules.
Este volteo su rostro y le guiño.
-Que seamos extraños no quiere decir que sea un mal educado- dijo para invitarla a subir a su espalda.
Sakura dudo en hacerlo, le dio un poco de desconfianza y dio un paso hacia atrás y tensando un poco las facciones de su rostro.
-Vamos, no te hare daño, además te puedes lastimar.
El chico inclino su mirada hacia los pies de sakura.
Esta hiso lo mismo, fue entonces que se dio cuenta de que estaba descalza, lo había olvidado completamente.
Ya mas convencida se comenzó a acercar al joven y subió en su espalda, abrazándolo por el cuello y dejando caer sus manos en el pecho.
Cuando dejo caer su peso, él joven de ojos azules pude sentir el busto de ella sobre su espalda que causaba que se restregara, lo que causo que se estremeciera y sintiera un cosquilleo en la columna.
-Bien creo que es hora de irnos.
Comenzó a avanzar con ella en la espalda fuera de la cueva donde se albergaban, afuera el lugar aun estaba cubierto por nieve y algo oscuro por la ausencia de el sol, lo cual causo que ambos se estremecieran un poco por el cambio del clima, el hombre de los ojos oscuros los esperaba que ambos avanzaran.
-No tienes por qué cargarla, por lo que veo tiene pies y puede caminar.
Su compañero frunció el seño ante su comentario, por lo que ya no dijo nada mas en el camino, la doncella les indicaba por donde tenían que ir por medio de señas ya que desde que había despertado no había soltado una sola palabra.
Después de una larga caminata en la nieve, bastante monótona por el paisaje que se repetía, pudieron divisar un rio que atravesaba el lugar el cual estaba congelado en algunas partes y en otras pocas no y por lo mismo no corría con mucha fuerza.
Todos pudieron respirar la fuerte brisa que expedía el agua del río, hacia que se sintiera menos tenso el ambiente.
El joven de los ojos negros se acerco con una pequeña cantimplora a la orilla del río y comenzó a llenarla, mientras el chico de ojos azules bajaba a Sakura de su espalda y relajaba sus músculos, mientras esta se acerco a una orilla para poder asomar y ver su reflejo en el frio río.
Destapo sus brazos y los sumergió rápidamente en el agua y comenzó a tallarlos con mucha fuerza hasta que la sangre seca en ella comenzó a desvanecerse.
Quédate aquí no hagas ningún ruido.
Aun podía oler la sangre que emanaba de sus brazos, quería quitarse ese olor, comenzó a tallarse más fuerte, hasta el punto de comenzar a dejar las marcas de sus uñas en su perfecta piel, además por el frio sus brazos estaban prácticamente entumidos y el ardor del frio combinado con el de los rasguños era casi imperceptible para ella, odiaba la sangre, no podía parar de hacerlo.
Quédate aquí no hagas ningún ruido.
Volvía a tomarse sus brazos, pero la sangre volvía a aparecer, sus brazos estaban llenos de sangre, la tenía que desaparecer, tenía que hacerlo.
-Detente.
La mano sobre su brazo y la suave voz hiso que detuviera su incesante flajelamiento, levanto la vista y pudo ver al chico de ojos azules, era lo único que podía ver de él, quería ver su rostro y las ansias la mataban de no saber con quien hablaba.
-Discúlpame…- la voz del joven saco de sus pensamientos a Sakura.
Esta al escuchar esto no le entendió, porque es que se disculpaba, en realidad el la había tratado muy bien hasta ahora y al parecer su cara había reflejado el desconcierto que tenia ya que el joven se volvió a agachar para ver sus brazos de ella.
-Por mi culpa te has manchado de sangre, esa sangre que llevas en tus brazos es mía.
El joven alzó su camiseta negra que llevaba puesta para dejar ver una herida no muy grande en su brazo.
-En el momento que se hiso la explosión algo me hirió.
Sakura volteo a ver también sus brazos los cuales estaban bastante rojos he inflamados en ciertas partes que habían pasado sus uñas dejando una fuerte línea roja en estos, esta se levanto dejando al joven solo.
Su compañero por su parte le hablo para decirle que aun tenían un camino que seguir, la hora era incierta pero ya había pasado bastante tiempo desde que habían salido de la cueva tal vez tres o cuatro horas, por lo que tenían que apresurarse para no ser descubiertos.
El joven volvió a inclinar su espalda para que Sakura se pudiera subir, pero esta lo rechazo y siguió caminando, podía sentir que sus dedos se comenzaban a dormir con solo caminar un poco, pero el chico de los ojos azules corrió hasta estar junto a ella.
-Por favor… es lo menos que puedo hacer después de causarte…- no pudo terminar la frase, ya que no sabía cómo reaccionaría ella.
Pero esta enseguida le tomo el hombro en señal de que aceptaba subir a su espalda y este la levanto sin ningún problema y comenzó a avanzar detrás de su compañero.
Después de eso el chico no dejo de hablar le contaba cosas muy chistosas o alegres a la joven que le robaban una que otra risa de vez en cuando, tenía tiempo que ella no se sentía así, con esa alegría sincera.
Se sentía a gusto a su lado y en ese momento comenzó a tener cierta empatía por él dejo caer su cansada cabeza en el hombro de él mientras le relataba historias, ninguna que rebelara algo sobre el o de donde provenía, pero pudo percibir ese olor, un olor a frescura, libertad… era algo que no podía describir, era simplemente liberador.
Ya habían llevado bastante tiempo caminando, mas de dos horas, ambos hombres comenzaban a cansarse de estar caminado, el chico de ojos negros comenzaba ya a desesperarse iba a dar a conocer su frustración cuando pudo escuchar un ruido.
El chico de ojos celestes bajo a sakura y miro a su compañero, debía ser algo o alguien.
O tal vez sería que estarían buscando a la joven que estaba con ellos, la tomaron pensando que era una plebeya que merodeaba el lugar, ¿y si no lo era?, se habían jodido completamente.
El ojinegro perdió la paciencia.
-Donde está la salida de este maldito lugar, ¡dímelo!- le dijo tomándola de las muñecas y zarandeándola.
Sakura señalo por un sendero que estaba cerca de allí con miedo de su agresor que parecía perder todo rastro de la poca serenidad que tenia.
Pero no tan alejado el relincho de un caballo se hiso escuchar más fuerte y el fuerte crujir de pasos.
El joven de ojos azules frunció su seño y se agacho jalando a Sakura a un árbol para ocultarla la miro fijamente a sus ojos jade.
-Quédate aquí y no te muevas- dijo el chico comenzado a levantarse para inspeccionar.
Quédate aquí no hagas ningún ruido.
-No me dejes sola- dijo Sakura con desesperación al punto del llanto tomando la muñeca del joven.
Este se sorprendió por oír por primera vez la dulce voz de la chica, que reflejaba mucho miedo en sus ojos jade, es lo único que conocía de ella su voz y sus hermosos ojos, pero aun así había logrado conmoverlo.
-Te prometo que no te pasara nada malo- dijo el chico agachándose para quedar su vista frente a la de ella acariciando su mejilla sobre la tela.
Dicho esto se fue comenzando a esconderse entre la nieve y los troncos.
A sakura se le estrujo el corazón y sintió un gran peso sobre su pecho, y su respiración comenzó a ser más rápida, no la podía controlar, estaba sola, otra vez estaba sola.
Escucho los crujidos de unas pisadas que estaban muy cerca de ella, tal vez atrás, pero el eco del sonido la confundían y su miedo hacia que sintiera que el sonido estuviera en todas partes.
Comenzó a intentar calmar su respiración, lo estaba logrando, pero escucho el relincho de un caballo lo cual fue el detonante de su agitación, nuevamente quiso buscar al joven, por lo que se giro atrás del tronco donde se encontraba para ver si lo podía ver, pero la imagen que vio no fue la del chico, vio un caballo que sus tonos marrones hacían contrate con la nieve y una figura sobre este.
Su miedo se disparo como un rayo y abrió los ojos como platos, las voces del recuerdo en su cabeza hacían eco y danzaban libremente.
Quédate aquí no hagas ningún ruido.
Sakura ¡Corre! ¡Corre!
Esta se paró del tronco y comenzó a correr el frio invadió sus pulmones por la gran inhalación que hiso cuando se paro, podía escuchar al caballo detrás de ella, y las fuertes zancadas que daba este en la nieve, su respiración iba con el ritmo de sus piernas, el vaho salía de su boca como humo de una caldera, cada vez escuchaba más cerca al caballo, su pecho se alzaba y sus manos se movían grotescamente por guardar el equilibrio.
Sakura ¡Corre! ¡Corre!
¡No por favor! Es solo una niña.
¡No!...
-¡No!- grito sakura cuando cayó en la nieve.
No había logrado escapar, podía sentir al hombre que se acercaba mientras ella aun intentaba incorporarse y gritaba de desesperación, mientras las lagrimas invadían su rostro, poco a poco sintió como su cuerpo dejaba el piso para ser levantada no quería abrir sus ojos aun gritaba.
Hasta que sintió que le quitaban el pequeño manto que cubría su rostro, esta abrió los ojos de golpe y pudo ver a un hombre de ojos perlados y un rostro fino, lo cual hiso que se calmara y dejara de gritar.
No lo conocía realmente pero sabía que era un Hyuuga por el peculiar color de sus ojos.
-¿Señorita Sakura?
El chico lo había dicho de una manera tan tranquila y fría que obligo a que ella reaccionara de la misma forma, a lo cual solo asintió con la cabeza.
Este la subió consigo en brazos al caballo rodeándola con sus brazos.
-¿Dónde están?, ¿Por dónde se fueron?
No había necesidad de preguntar quién o quienes Sakura y él sabían perfectamente a lo que se refería.
-No lo sé, me dejaron hace mucho no vi por donde se fueron.
No entendía por qué no les había dicho que estaban cerca, tal vez era una devolución del favor que le había hecho aquel joven, pero su mirada estaba desviada.
-Revisen el lugar.
sakura hiso un pequeño puchero con su boca al escuchar las ordenes de Neji.
-Si capitán Neji.
Los hombres comenzaron a inspeccionar los alrededores.
Neji comenzó a explicarle cosas a sakura que ella no podía o no quería escuchar ya que simplemente tenía la mirada desviada y podía sentir como sus pulmones se movían al momento de hablar.
Un fuerte quejido hiso que ambos desviara su atención hacia aquel ruido, un hombre había caído herido.
Después de este salió el chico de los ojos azules el cual se dirigió hacia donde su compañero era atacado por dos hombres a los cuales derribaron.
-¡Vámonos hay que escapar ahora!- dijo el chico de ojos oscuros a lo cual comenzó a correr por el camino que les había indicado Sakura.
Su compañero lo comenzó a seguir, pero antes se dio la vuelta para buscar a la joven, la cual encontró en los brazos del capitán, y sus miradas se cruzaron y chocaron.
-¡Apresúrate!- lo jalo su compañero para seguir desviando su mirada de la joven.
Neji giro su caballo con sakura en brazos, mientras ordenaba a los hombres que se encargasen y comenzó a avanzar, pero un fuerte estruendo hiso que el caballo se agitara y desviara su mirada hacia atrás.
Después del estruendo sakura pudo escuchar un grito, de una voz que reconocía.
-¡Naruto!- escucho y resonó en sus oídos el grito a lo cual Neji no dejo que se pudiera siquiera girar a ver qué sucedía ya que este había comenzado a hacer que el caballo trotase alejándose rápidamente del lugar.
Esta agacho su mirada y casi un susurro pudo decir aquello.
-Naruto…
Lo cual otra vez desvió su mirada a la nada para no llamar demasiado la atención del capitán.
….
Estaba como un león enjaulado en el castillo un hombre le había mandado a informar que la habían encontrado que regresara al castillo, pero no podía estar tranquilo hasta que la viera de nuevo, no descansaría hasta verla frente a él.
-¡Ino!- grito Itachi.
Una joven rubia que tenía el pelo recogido en una coleta y de unos ojos azules muy hermosos, además de una apariencia atractiva apareció en el salón haciendo una reverencia frente al Rey.
-Si mi señor- dijo esta aun en la reverencia.
-Ve a preparar el baño, quiero que todo esté listo y atiendas a mi hija cuando llegue, ¿entendido?- dijo con una voz muy gélida.
-Eso quiere decir que…
-¿Entendido?- volvió a decir sin siquiera dignarse a mirarla.
-Si mi Señor-. Dijo la joven retirándose con lágrimas en los ojos de felicidad.
Seguido se escucho el ruido de pasos acercarse a el salón principal que era donde se encontraba Itachi las grandes puertas de madera se abrieron y pudo ver a Neji que traía en sus brazos a Sakura.
Ver como este la rodeaba con sus brazos de una manera sobreprotectora hiso que una ira se apoderara de él, algo casi inhumano se apoderaba de él y más al tenerlo aun más cerca.
Pero esto fue cambiado cuando sakura despertó de su trance y bajo corriendo de los brazos de Neji, poniendo sus delicados pies sobre la fría cantera del piso y corrió hacia Itachi, lo abrazo y hundió su rostro en el pecho de él.
-Padre, ¡por favor no me vuelvas a dejar sola!-dijo sumergiéndose más en su pecho.
-No nunca nos separaremos, te lo prometo Sakura.
Su voz sonaba tan diferente a la de hace un momento, era dulce y calmada, este se agacho he inhalo el aroma de la cabeza de sakura y se quedaron así un momento, hasta que Itachi llevo a Sakura a su cuarto para que esta descansara y pudiera estar más tranquila, no quería separarse de ella pero tenía que hablar con Neji de lo sucedido y no la quería perturbar mas con el tema.
La dejo sentada en su la cama de su habitación y le dio un beso en la frente, y se retiro dejándola junto a Ino que ya estaba dentro de la recamara.
-Señorita… yo…estaba tan preocupada- dijo la joven tirándose en las rodillas de Sakura y comenzó a dejar salir las lágrimas.
-Es que yo no sé qué haría si a usted le pasara algo, yo no podría…
-Ino, tranquila, perdóname por haberte preocupado de esa manera-. Dijo acariciando los cabellos de Ino sobre sus rodillas.
Esta intento calmarse con las caricias de sakura sobre su cabello, pero adoraba que ella hiciera eso, como un gato a su amo.
-Señorita necesita un baño, el agua ya está preparada, no la distraeré más-. Dijo esta separándose de las rodillas de Sakura y secando sus lágrimas la condujo hasta el baño.
-Te he dicho que me llames Sakura, está bien-. Ino solo asintió.
Ambas entraron en el baño e Ino comenzó a arreglar las cosas para que Sakura se bañara derramando especies y perfumes.
Sakura se comenzó a quitar el pequeño manto que cubría su cabeza y brazos y después se desprendió de su vestido que ya tenía muy poco de lo blanco que era originalmente y dejo meter su cuerpo en el agua tibia, metió sus pies y luego poco a poco dejo caer su cadera y reposar su cuerpo dentro, mojando las puntas de su largo cabello que se esparcía por la tina como hermosos pétalos en el agua.
Ino comenzó a enjuagar su cuerpo y a lavarlo mientras lo hacia un rubor cubrió las mejillas de la chica y el vapor del agua caliente no ayudaba en nada, pero Sakura ni siquiera se percato o creyó que el rubor era por el vapor del agua caliente, Ino continuo hasta que llego a los brazos de Sakura donde yacían las marcas de sus uñas.
Esta las toco y Sakura soltó un pequeño quejido por el contacto de la mano de ino en sus heridas.
-Perdón…
-No ino no hay problema-. Dijo la chica viendo las marcas y recordando a aquel chico.
Ino se limito a seguir sabía que no estaba de ánimos para contestar que le había sucedido, aunque ella ya lo sabía, sakura cada vez que veía sangre se ponía de esa manera y casi nunca podía detenerse cuando la veía.
Esta termino de bañarse y salió de la tina derramando agua y sus largos cabellos rosas se hacían más largos por estar mojados y caían alrededor de su cuerpo mojado y desnudo, acompañando el camino de sus curvas.
Ino se volteo para poder secar a Sakura pero al verla se quedo pasmada y un rubor volvió a cubrir sus mejillas ahora más fuerte que el color de antes, esta se agacho para comenzar a secar a Sakura pero esta le tomo la mano he hiso que levantara su vista para quedar sus rostros frente a frente.
-Ino creo que estas un poco enferma, estas muy roja- dijo la joven tocando la frente de la joven rubia y después su mejilla.
-Debe ser el cansancio señorita-. Dijo sonriéndole a lo cual sakura frunció el seño por haberle llamado señorita.
-Solo cuídate ¿está bien?- dijo retirando su mano y moviéndose hacia donde se encontraba su fondo.
Era un vestido totalmente blanco, que era un algodón delgado este tapaba todas sus piernas y sus brazos y tenía un corte en el cuello en u que se ajustaba hermoso a las curvas de sakura y que se combinaba con el color de su piel.
Ino abrió la cortina de la habitación de sakura para que la luz de la luna entrara por la habitación he iluminara el cuarto, así se comenzó a retirar pero la voz de sakura la detuvo en el marco de la puerta.
-Ino se que es muy imprudente pero… ¿podrías dormir hoy conmigo?- dijo la joven ya sobre la cama.
Ino asintió y se dirigió hacia la cama de Sakura se quito el vestido quedando en su fondo crema y se recostó frente a ella la luna iluminaba de lleno el rostro de Sakura que resaltaba su blanca piel y resplandecía su mirada jade como un zafiro místico.
-Gracias Ino…
Comenzó a cerrar sus arpados y la comenzó a dominar el sueño haciendo su respiración más tranquila cada vez, hasta que por fin quedo dormida entrelazando su mano con la de Ino.
Mientras esta admiraba verla tan tranquila y viéndola dormir en verdad que era hermosa, ella era su salvadora, era la única que la había visto con esos ojos de ternura, perdón y cariño, algo que nunca había tenido en su vida antes de que llegara sakura, la había rescatado de ese mundo que vivía sumergida en la humillación, desprecio y dolor.
-Bunas noches Sakura…
Comenzó a acariciar los cabellos del rostro de Sakura para después también comenzar a cerrar los suyos.
CONTINUARA...
poco a poco se pondra mejor la historia lo primeto :)