Ohh Puees muchas graciias! ^^ ;)
Aca les dejo la conti..
Espero que sea de su agrado!!
Cap. 2:Pov Sakura.
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Me reí ante su comentario, él me miraba serio, al parecer no le causo gracia, lo mire y le dije que andaba en auto, fingió cara de perrito abandonado y volví a reír, un hombre se nos acercó y dijo que teníamos que salir, no me había dado cuenta que ya estaban cerrando… Diablos, si que me divertí.
Me acompaño afuera del local para ayudarme a encontrar a mi hermana, la buscamos hasta que sonó mi celular, la chica se había ido con Deidara, hay hermana…
-Bueno Madara… Fue un gusto cono…-
-¡Hey!- exclamó interrumpiéndome- esto no es una despedida, nos podríamos volver a encontrar ¿Te parece?-
-¡¡Claro!!- dije casi gritando de la alegría.
Sin darme cuenta, él se había convertido en un amigo muy querido por mi, y como ninguno de los dos podíamos durante la semana quedamos que sería el sábado en mi casa.
“Él me beso…”
El trabajo era poco y el tiempo pasaba lentamente, pero al fin había llegado el sábado.
Me levante a las ocho de la mañana, ordene y limpie, ya que le había dado el fin de semana libre a las mucamas, no tardé tanto, porque cuando era chica, ayudábamos con Karin en el trabajo de mi madre, que era limpiar, cocinar, planchar, etc. Nunca fui del nivel alto, pero estudiar mucho y el trabajo duro dio frutos…
Ya eran las diez y media, así que me fui a bañar, al salir recordé que Karin me había dicho antes de irse, que tenía que vestirme de manera “joven” y no como una amargada esperando a un esposo idiota, entonces me puse un vestido corto, blanco con estampados de flores que era bien de verano, ajustado al busto y suelto, después me puse unas sandalias con poco tacón y me deje el cabello suelto.
Al terminar, baje las escaleras y me preparé para cocinar, estaba indecisa y nerviosa, no sabía que cocinar y ya faltaba casi media hora para que llegue Madara, me sorprendí, porque al recordarlo me sonroje como una niña, me reí y decidí que era mejor ir a comer por ahí.
Sonó el timbre y fui a atender casi corriendo. Abrí y ahí estaba, con un ramo de rosas blancas, rojas y ¿Negras? ¡¡Si!! Eran rosas negras, las agarré y lo hice pasar sin antes saludarnos con un beso, claro.
Lo vi detenidamente, traía un jean, una remera blanca con escote en V, di una media sonrisa cuando vi pulseras en su muñeca, las artesanales, y su pelo recogido a una coleta alta, es increíble que sea dueño de una empresa.
-Madara, estaba pensando en ir a comer a afuera, a algún lugar, ¿Te parece?- dije al terminar de colocar las rosas en un jarrón.
-Claro, no hay problema- me respondió con una media sonrisa- Entonces… ¿A dónde quieres ir?-
-No lo sé…- dije muy apenada ya que no había pensado en ningún lugar.
-Mmm… Creo que ya sé ¿Te gusta el ramen?- me preguntó y yo asentí- Bien, entonces ven, vámonos-
Me llevó a un lugar para comer ramen –era de esperarse-, ahí estaban Naruto y Hinata, él me miró serio pero después cambio su cara, se nos acercó y comenzó a hablar con Madara, al parecer ya se conocían, mientras que yo, fui y me disculpé con Hinata, ella me sonrío y me dijo “Descuida”… Que gran amiga…
Terminamos de comer y nos despedimos, fuimos al parque de diversiones, nos subimos a la montaña rusa, comimos algodón de azúcar. Me divertí mucho, pero, al final del día, cuando me llevaba a mi casa, le conté sobre Sasuke, él ya sabía que era casada, por la sortija, pero que Sasuke me engañaba, no lo sabía, y enfureció, casi pierde el control del auto, me asusté, pero logré tranquilizarlo, aunque seguía apretando con furia el volante.
-No puedo creer que ese imbécil te haga tanto daño Sakura…- susurró con gran odio, pero cuando me miró vi en sus ojos una tristeza inmensa.
-¿Porqué?... Tarde o temprano iba a pasar, casi todos los hombres engañan a sus esposas…- conté deprimida y sentí como frenaba lentamente, levante mi mirada y ya habíamos llegado, eso me entristeció aún más, ya que habíamos pasado una hermosa tarde.
-Sakura, eres una mujer increíble, cualquier hombre daría lo que fuera por estar contigo, yo no puedo creer que halla una mujer tan hermosa y… Perfecta como vos…- yo me sonrojé, nadie, absolutamente nadie, ni Sasuke, me había dicho tal cosa- Sasuke, es un idiota- finalizó bajándose del auto para abrirme la puerta.
-Madara… Gracias- dije al bajarme lanzándome a sus brazos.
Estuvimos abrazados por mucho tiempo, me sentía bien, sentía que volaba, que él me cuidaba, me sentía protegida, era una sensación tan hermosa y tranquilizadora… Pero nos tuvimos que separar.
-Pase una hermosa tarde Madar…-
No pude terminar porque él me besó, no sabía que hacer, estaba totalmente impresionada, sentía todo un cosquilleo en el estómago, como mariposas, ¿Estaba enamorada acaso? No lo creo, pero… No pude aguantar más y le correspondí, sentía que volaba, un vuelo que tocaba las nubes, tan suaves y espumosas, pero tuvo que acabar por la falta de aire.
Por el ardor en mis mejillas, supe que estaba realmente sonrojada, tenía la vista en el suelo hasta que sentí como él sujetaba mi mentón y levantaba mi rostro. Él tenía una media sonrisa en su cara, en cambio yo, tenía una sonrisa de oreja a oreja…
“Me acaricio…
Hasta mi alma estremeció…”
Entre a mi casa, me dirigí al baño, me descambié y comencé a bañarme. Mientras las gotas calientes recorrían mi cuerpo yo tocaba mis labios, aún tenía la sensación del beso y aún tenía la estúpida sonrisa, reí y continúe con mi labor.
Salí del baño en ropa interior, la verdad, es que me sentía libre, creo que me lo causó Madara pero, ¿Por qué? Si yo estaba enamorada de Sasuke… ¿No? O ¿Acaso no sentía nada por mi esposo? Tal vez, sólo tal vez, el sentimiento de amor que sentía hacia Sasuke se ah ido borrando con el paso de los años, y con la llegada de Madara se esfumó todo rastro de él… Eso tendría sentido, mucho sentido…
Bajo a la cocina y me preparo un sándwich, no alcanzo a dar un bocado cuando tocan timbre, lanzo una blasfemia y voy a abrir llevándome una gran sorpresa.
-¿Madara-kun? ¿Qué haces aquí?- le pregunté con cara de confusión.
-Hmp! ¿Así atiendes?...- me preguntó señalándome de arriba a bajo.
-¿Pero que…?- me miro y me doy cuenta que sigo en ropa interior.
Me pongo nerviosa y roja de la vergüenza, le digo que pase mientras yo me cambio pero algo pasó, me sujetó del brazo, nos miramos a los ojos y nos volvimos a besar. El beso fue largo y apasionado, lo miro y le digo que espere, así que subo y cuando estoy por entrar a mi habitación –a la de Sasuke y mía- me abraza por atrás.
-Sakura…- susurró en mi oído con esa voz tan varonil y sensual al mismo tiempo que me produjo escalofríos- Ya no aguanto… Te necesito….-
-¿Me… Necesitas?...- dije tartamudeando.
No me respondió, sólo me dio vuelta y me beso, eso era una pelea de lenguas, era tan excitante, coloqué mi mano en sus cabellos y, él colocó una en mi trasero mientras que con la otra abría la puerta de la habitación.
Me cargo hasta la cama donde me tumbó, él estaba arriba mío, jamás nuestras bocas se separaron. Sus manos recorrían cada rincón de mi cuerpo, y las mías desabrochaban su camisa, podía sentir su erección en mi vientre, los besos se volvieron salvajes y desesperantes, nuestros cuerpos pedían más, cada vez más. Y le dimos más…
Nos separamos por un momento, nos miramos y dimos una media sonrisa, nos descambiamos tan rápido como podían nuestras manos, al quedar completamente desnudos nos volvimos a besar, una de sus manos tocaban mi parte íntima mientras que con la otra tocaba mi pelo. Yo comencé a soltar pequeños gemidos por sus carisias, abrió mis piernas pero antes, me preguntó si estaba segura, yo le dije que si, dio una media sonrisa y comenzó a penetrarme lentamente, los movimientos fueron lentos y despacio pero no por mucho tiempo, la excitación era tanta que esos movimientos tan suaves se volvieron en embestidas salvajes y reclamadoras. Mis gemidos no se hicieron esperar y más en el clímax. ¡Al diablo con los vecinos!
Pero todo tiene que acabar ¿No?, me arque ante la última embestida y él calló rendido a mi lado, ambos estábamos agitados, el buscó las sábanas y nos tapó.
-Mi sakura…- susurró y me besó en la mejilla, pude sentir que tenía esa sonrisa tan arrogante. Sonreí y caí en los brazos del Morfeo…
“No me acordé, jamás de ti…
En esa cama fui feliz…”
Comencé abriendo los ojos lentamente, parpadeé varias veces hasta acostumbrarme a los rayos del sol que entraban por la ventana. Me quedé pensando un momento hasta que me recordé, me sonrojé y miré a mi izquierda, él no estaba, me entristeció pero al mirar el suelo vi sus zapatillas, sonreí y comencé a cambiarme.
-Hasta que te levantas…- escuche una voz desde la puerta, miré y lo veía entrar con una bandeja que traía el desayuno. ¡¡Qué lindo!! Me trae el desayuno en la cama.
-Jeje…-
Depositó el desayuno en la mesita de noche y se sentó a mi lado. Es increíble, ¿Él estará enamorado de mi acaso?, eso espero porque lo necesito a mi lado…
Tomé el jugo de naranja y lo fui bebiendo de a poco, mientras desayunaba, contábamos anécdotas de nuestras vidas, ¡Va! Yo en realidad, Madara no es tan conversador, solo respondía con un “Hmp!”, si o no, y algunas veces decía mas que dos palabras.
-¿Cómo llegaste a encargarte de una empresa tan poderosa? Si apenas tienes 28 años…- le pregunté, ya que además de querer escuchar su voz, quería escuchar algo de su vida, porque realmente me impresionaba.
-Verás… Mi padre Obito antes de morir, nos puso a prueba a mi hermano mayor, Fugaku, y a mi. La prueba era, el que levantaba las ganancias en una semana ganaba, yo las levante a un 10,5% en cambio Fugaku a un 11%. Pero, mi hermano, involucró a narcos en el negocio así que mi padre lo descalificó y yo quedé al mando-
-Ya veo… ¡Espera! ¿Dijiste Fugaku?- pregunté asustada.
-Si…- susurró despacio sabiendo lo que yo pensaba en ese momento.
-Tu… ¿Eres el tío de Sasuke?- más que una pregunta fue una afirmación, porque ya sabía lo que pasaba, no era tonta.
-Así es Sakura…- dijo serio- Si quieres odiarme estas en todo tu derecho- propuso firme, yo lo miré y vi que en sus ojos había una duda inmensa pero no se porque, ¿Será que teme que lo deje?
-Hn… Pero si Fugaku tiene 40 años y Sasuke dijo que jamás te conoció ¿A qué edad obtuviste la empresa?- le pregunté dejándolo algo confundido, ya que él pensaba que yo me iba a enojar, supongo.
-A los 12…- dijo con una media sonrisa.
-Impresionante…- exclamé sorprendida y luego le brindé una sonrisa.
“Hacía mucho que no sentía tanto fuego…
Y hasta creí que me quemaba todo el cuerpo…”
En la tarde, fuimos a caminar por el parque, veía a los niños jugar, yo me reía con ellos, me hacían sentir feliz saber que ellos disfrutaban la vida, que ellos eran felices…
-¿Te gustan los niños Sakura?- me preguntó con una media sonrisa arrogante, por supuesto, haciéndose el ingenuo.
-Me encantan…- le dije con una alegría, que hasta a mi me impresiono.
-¿Y porqué no has tenido?-
-Porque el idiota de Sasuke no quiere, nunca quiso- le dije en tono de enfado y angustia.
La reacción de él no era la que esperé, me sujetó de la muñeca y me levó a un lugar medio alejado, me arrinconó en un árbol y comenzó a besarme salvaje y apasionadamente a lo que yo le correspondí con mucho gusto.
-Yo te daré un hijo…- susurró entre besos.
Yo no me sorprendí, no me asusté, no tuve miedo de lo que opinara Sasuke, no me importaba quedar embarazada si era de él. Yo le seguí el juego, él comenzó a levantarme la falda para meter su mano en mi intimidad, a mi se me escapó un gemido y eso lo excitó más, y su excitación aumentó la mía, era como un juego…
-Hay niños dando vueltas por aquí…- le dije entre cortadamente y tratando de no gemir.
-Hn, de acuerdo…- dijo soltándome lentamente, como si le costara desprenderse de mí.
Aún agitados, caminamos por el parque. Encontramos a un niño llorando, yo fui la primera que reaccionó, Madara estaba algo distanciado, pero era de esperarse, yo hablaba con el niño, me decía que no encontraba a su madre, así que lo ayudamos, pero Madara desapareció por unos momentos, yo me asusté pero no lo demostré para que el niño no tenga miedo.
-Tengan- dijo ofreciéndonos Dangos.
-Gracias- se escucho la débil voz del niño.
Yo sólo sonreí, deposite al niño en el suelo ya que lo tenía en brazos, nos sentamos los 3 en uno de los bancos y comimos tranquilamente. Luego seguimos nuestro recorrido hasta que encontramos a la madre que nos agradeció entre lágrimas y sonrisas, yo solo sonreía con tristeza, mis deseos de tener un niño, a un pequeño en mis brazos, era muy grande…
Continuara...
Pues... como se habran dado cuenta.. Este Fic, ya ah sido publicado en la anterios página de IN... -.-
Hasta luuego!! ;D