UN NUEVO EXPERIMENTO
En un tiempo futuro pero no demasiado una compañía llamada "Star Dimensión", realiza un nuevo experimento, quien esta la mando es Joseph un científico de renombrado nombre entre sus colegas, un tipo alto con pelo castaño con algunas canas, empiezan a aparecer por sus patillas, sus rasgos son angulosos y sus ojos de estilo asiático de color marrón, entrado ya en años con una corpulencia aun fuerte, dirige uno de los experimentos con tono de enfado mientras que su esposa una mujer joven de pelo largo y rizado de color rubio con ojos de color verde pálido y rostro redondeado juguetea con una niña de corta edad en una habitación contigua al laboratorio de este, a su vez una ayudante joven esta tomando apuntes de sus indicaciones.
─ No así no es…tenis que ponerle mas potencia…para hacer el puente fijo…─ dice Joseph mientras refunfuña por la poca potencia que obtienen en el experimento.
El laboratorio donde Joseph trabaja es un sótano bastante grande con una gran maquinaria toda ella conectada a una especie de portal.
─ Señor…Aquí tiene los nuevos resultados y los cálculos rectificados…─ dice Regina mientras le entrega un ipad para que lo revise, es una chica bastante joven de pelo corto y rizado de color rubio con algunas mechas que le caen por delante de color azul, sus ojos son de un color celeste, su aspecto daría a entender que es una adolescente, pero ya lleva bastante tiempo al lado del profesor Joseph como su mano derecha.
─ De acuerdo…Preparados para la siguiente prueba…A mi señal…─ dice Joseph en ese momento antes de hacerlo mira hacia a tras viendo a su mujer y a su hija en ese momento la coge en brazos y este saluda a su hija y le lanza un beso a su mujer, seguidamente se coloca unas gafas de color oscuro, lo mismo que su mujer, mientras deja a la niña en el carrito.
Joseph da la señal accionando una palanca, al instante empieza a escucharse el chisporrotear de la energía recorriendo el portal, mientras que los científicos empiezan a comprobar sus ordenadores, la potencia se incrementa y aquel artefacto empieza a brillar con un tono azulado intenso puede verse en la cara de Joseph una gran sonrisa haciendo saber que aquel intento ha asido un éxito, orgulloso de aquello mira hacia atrás sonriendo a su mujer.
En ese momento el resplandor azul empieza a tornarse rojo la electricidad empieza a chisporretear por todas partes Joseph intenta controlarlo pero resulta completamente inútil, de pronto empiezan a escucharse explosiones por toda la sala uno tras otro van estallando las maquinas,
─ Cierren el portal rápido…─ dice Joseph completamente alterado mientras ve como las maquinas empiezan a explotar, en un momento, Regina sale de la habitación en dirección hacia donde esta la mujer de Joseph, viendo como muchas sombras salen del portal saliendo al exterior del edificio, Joseph por unos instantes se queda pensando que puede ser cualquier otra cosa.
Entre tanto las maquinas siguen explotando y empieza a haber humo y fuego por todos lados.
─ Joseph…─ dice la mujer mientras ve como todo aquello sigue explotando y mientras su marido intenta hacer lo que puede para detenerlo.
─ No se puede es como si hubiera tomado control propio debemos de salir de aquí…─ dice uno de los científicos mientras sale de allí corriendo.
Sin previo aviso todo aquello explota, el edificio en si se tambalea viendo aquello la mujer se queda petrificada y la niña comienza a llorar, Regina sin saber que hacer mira hacia todos lados y empuja a la mujer hacia la salida.
─ JOSEPH…NO!!!...─ grita la mujer mientras gira la cabeza para solo ver el humo que llena la habitación mientras Regina la empuja hacia las escaleras para salir de allí, la gente empieza a agolparse en las escaleras, en eso una sacudida hace que la escalera se rompa dejando una grieta, la mujer resbala agarrándose al saliente con una mano mientras con al otra sostiene a su hija.
─ Vamos agarrese a mi mano…─ dice Regina ofreciéndole la mano para que pueda levantarla, lo primero que hace la mujer es ofrecerle a su hija y mientras la coge en ese momento un nuevo temblor sacude el sitio haciendo que la mujer se suelte de donde estaba cayendo al vació.
Regina se queda estupefacta por unos segundos mientras la bebe sigue llorando con fuerza, viendo que aquello se puede venir abajo en cualquier momento sale de allí corriendo entre la gente y la multitud, una vez fuera ve como llegan los bomberos por suerte la empresa se encontraba en las afueras de la ciudad.
Los bomberos y la ambulancia empiezan a llegar, rápidamente los bomberos se ocupan del incendio y las ambulancias de los heridos Regina se queda mirando por unos instantes a la niña que empieza a acunarla para intentar que se duerma, su mirada se queda fija en la empresa, ve que todavía siguen saliendo personas y como el fuego empieza a extenderse demasiado rápido, su mente hace recuerdo de aquellas sombras saliendo del portal.
Al instante un enfermero de las ambulancias se le acerca ofreciéndole una manta y una botella de oxigeno esta se queda sentada en una de las ambulancias recuperándose pensando en que pudiera haber fallado todos aquellos cálculos estaban bien no podía ser que algo hubiera salido mal.
Viendo que allí ya no puede hacer nada se queda por unos momento viendo como la niña empieza a dormirse poco a poco, aun anda algo mareada y sin saber que hacer la mirada de aquella mujer cayendo al vació y la desesperación por su marido no se olvidara tan fácilmente.
Pasado un rato, salen casi todas las personas mientras empiezan a verse por fuera unas grietas provenientes del sótano donde se encontraban.
Uno de los científicos se le acerca para comprobar si se encuentra bien, parece no haber sufrido muchas heridas.
─ ¿Regina como te encuentras…?...─ dice el científico mientras se sienta a su lado.
─ No se lo que ha podido salir mal era imposible todos los cálculos estaban bien…─ dice Regina intentando repasar una y otra vez los cálculos que había obtenido, pero la imagen de la madre del niño sigue apareciendo en su cabeza.
─ Es mejor que no te comas la cabeza con eso…¿Sabes si ha salido Joseph…?...─ pregunta el científico mirando hacia todas partes observando un caos monumental, mientras aun siguen sacando gente del edificio, aun se podían ver las llamas por todo el lugar y una columna de humo negro saliendo de este.
─ No ha logrado salvarse, lo único ha sido su hija…─ dijo Regina mientras acunaba aquel bebe que yacía dormida entre sus brazos.
─ ¿Qué vas a hacer ahora…?...─ pregunto el científico mientras miraba aquel bebe entre los brazos de Regina.
─ No lo se la verdad, debería de dejarla en a asuntos sociales, para que se encarguen de ella, de momento esta noche la pasara conmigo…─ dice Regina mientras se levanta del sitio y en dirección a su coche.
Una vez en el deja a la niña en asiento de atrás y arranca, pero antes se queda mirando el lugar completamente devastado, todo su vida estaba en ese sitio y ahora tenia que volver a empezar de nuevo.
Mientras conduce en dirección a su apartamento su mente divaga entre los cálculos que había obtenido y era imposible que estuvieran mal todo había sido corregido por antemano dos veces, pero entre esos pensamientos de pronto aparece la imagen de la esposa de Joseph entregándole a su hija mientras ella cae por aquella grieta, por unos instantes se queda mirándola y sonríe.
Antes de llegar se pasa por un supermercado para comprar algunas cosas, pañales y algo de leche por si el bebe tiene algo de hambre, una vez hecho llega a su casa no es un sitio muy grande pero esta en un barrio bastante bueno delante de ella hay un gran parque, y de vez en cuando suelen pasar policías.
La casa es grande de dos pisos y de un color crema por fuera, nada mas abrir la puerta hay una escalera que llega al piso de arriba a su mano derecha tiene el salón muy acogedor mas adelante la puerta que da a la cocina y al fondo un pequeño jardín.
Inmediatamente sube las escaleras, en las paredes hay fotografías suyas y de su familia incluso algunas con Joseph y su mujer nada mas llegar arriba se dirige a su habitación dejando la bebe delicada mente en su cama, su dormitorio no es muy grande a pesar de todo tiene una cama con una manta de color rosa encima de esta una mesita de noche a su lado con una lámpara de lava en la pared de la derecha hay un armario y en el otro lado una mesita con un ordenador portátil, y la ventana al lado de su cama da al parque.
─ Bueno tu te quedas aquí, mientras voy a ducharme que me hace falta…─ dice Regina mientras se va quitando la bata y buscando algo mas cómodo entre el armario y los cajones.
De momento la bebe parece que no se ha despertado cosa que agradece puesto que Regina no tiene mucha experiencia con niños.
Sale de la habitación muy despacio cerrando la puerta con cuidado de no hacer ruido avanza por el pasillo y se mete en el cuarto de baño que esta alicatado hasta el techo con azulejos color celeste, con un lavabo y un espejo en la pared que se abre al fondo una mampara de ducha.
Una vez dentro deja caer el agua esperando un poco a que se caliente una vez esta a ala temperatura ideal entra dentro y deja que el agua se ocupe de todo que la relaje por completo, pero aun así su mente no puede olvidarse de la cara de agonía de la pobre mujer mientras caía, mientras esta con sus pensamientos aquel rostro la hace despertar de golpe.
─ Mierda!!!, esta noche dudo que pueda dormir…─ dice Regina mientras sale de la ducha y comienza a secarse una vez que se pone el pijama se dirige hacia la habitación, para su sorpresa la bebe esta despierta y moviéndose por la cama.
─ Vaya ahora te has despertado tu…espero que no llores…─ dice Regina mientras mira al bebe ignorante de lo que ha pasado, en ese momento se sienta en la cama y empieza a jugar con ella.
Habiendo pasado un momento la bebe empieza a llorar desconsoladamente, Regina intenta averiguar que es lo que le ocurre una vez que se da cuenta se teme lo peor.
─ No me jodas, tengo que cambiarte el pañal…Dios que asco…─ dice Regina mientras quita el pañal viendo todo aquello y el olor que belga a su nariz le entran ganas de vomitar, incluso en el proceso termina la cama manchada.
─ Por favor pero que narices te daban de comer…─ dice Regina mientras continua cambiando el pañal una vez que lo ha hecho y se ha librado del otro, la niña continua llorando.
─ ¿Pero que te pasa…?...Ahora vuelvo no te muevas…─ dice Regina mientras no sabe que hacer pero nuevamente en cuanto ve el biberón sabe que tiene hambre.
─ Ahora vuelvo tu quédate hay…─ dice Regina mientras sale de la habitación sin perderla de vista.
Baja las escaleras a toda prisa hasta la cocina y empieza a buscar el biberón que ha comprado una vez que ve el paquete de leche en polvo lo abre y empieza a hacerlo, cuando ya lo tiene caliente sube rápidamente hacia la habitación y se lo da a la bebe, en ese momento nuevamente se hace el silencio.
─ Espero que esta noche pueda dormir un poco…─ dice Regina mientras ve a bebe comer tranquilamente una vez que lo ha hecho poco a poco los ojitos se van cerrando.
─ Bueno hora de dormir…─ dice Regina mientras coloca el bebe a su lado y por unos momentos se queda mirándola sin perder vista, a su mente viene quedársela pero sabe que aquello daría al traste toda su vida de alguna forma, mientras continua con sus pensamientos poco a poco sus ojos se van cerrando y el sueño la vence.
La noche pasa tranquilamente, en cuanto amanece los rayos de sol despiertan a la bebe que empieza a llorar, Regina la momento despierta y comienza a cambiarla y a darle de comer nuevamente una vez que ha terminado empieza a hacer unas llamadas para comprobar ciertas cosas y decide volver a los estudios, pero sabe perfectamente que tendría que llevar a la bebe a asuntos sociales.
Se queda por un momento mirándola y decide llamar a una amiga suya para que haga de canguro por un tiempo.
Una vez que le explica que es lo que ha pasado, la amiga decide quedarse para cuidar de ella, Regina sale a toda prisa para hacer los recados.
Aunque estos suelen darle mas tiempo del que pensaba, cuando vuelve compra mas pañales y comida para la bebe, viendo que al final terminara quedándose con ella comienza a pensar en que necesitara un trabajo.
Una vez llega a casa la amiga se marcha y ella nuevamente se encarga de la bebe bañándola y dándole de comer, y así pasan los años poco a poco, nuestra protagonista toma un trabajo de profesora, al menos con eso tendría tiempo para cuidar de la niña.
Los años pasaron y la bebe ya tiene dieciséis años Regina es un poco mayor su figura ha cambiado un poco aquella mechas azules de rebeldía han sido sustituidas por mechas rubias, y su carácter se ha tornado mucho mas responsable.
Una vez en casa cuando llega de trabajar y esta agotada Samantha le saluda alegremente tirándose al cuello mientras la abraza, es una jovencita no muy alta con una melena de color negro con rizos y unos ojos de color marrón apagado, su rostro es redondeado dándole una Palencia mas infantil, aunque tiene una figura muy bien formada con las curvas justas donde deben estar, su carácter es desenfadado y extrovertido.
─ ¿Qué tal el día mama…?...─ pregunta Samantha sonriéndole y con el rostro alegre.
─ Agotador cariño, ¿espero que ya hayas hecho tus deberes…?...─ pregunta Regina mientras le da un beso en la mejilla.
─ Si claro, además he preparado la cena…─ dice Samantha completamente alegre, mientras le toma de la mano y la lleva al salón.
La habitación no es mi grande hay una mesa en el centro y un televisor al otro lado unos sillones dominan de piel de color marrón, las paredes tienen un color pastel muy suave, la noche es algo fresca y la brisa entra por la ventana.
─ ¿Otra vez spaghetti…?...─ pregunta Regina viendo que hay dos platos grandes cubiertos con salsa de tomate y alguna fruta.
─ Sabes que es lo único que se me da bien…─ refunfuña Samantha mientras pone cara de enfadada.
─ Te voy a tener que enseñar a cocinar otro plato…─ dice Regina mientras ambas se sientan en la mesa para comer, en eso enciende la televisión para ver las noticias.
Mientras cenan una noticia sorprende a Regina que deja de comer de inmediato, haciendo casi termine atragantándose con lo que estaba comiendo.
─ Aquí en el callejón de la sexta avenida, ha habido un asesinato múltiple, se sabe que las victimas eran integrantes del equipo del laboratorio "Star Dimensión", según la policía ha sido un animal salvaje…"…─ dice la reportera enseguida Regina se queda como en otro mundo tanto tiempo intentando olvidar aquello y de repente todo vuelve a su mente como un flash dejándola en otro mundo con sus pensamientos.
─ Mama…¿Estas bien…?...─ pregunta Samantha mientras la zarandea un poco para ver si se centra pero ni siquiera aquello la devuelve, su mente divaga nuevamente entre la imagen de la madre de Samantha despeñándose por aquella grieta.
─ ¿Eh…?...Si, no te preocupes solo es que me ha pillado por sorpresa nada mas antes trabajaba en ese sitio, ya te conté…─ responde Regina mientras bebe un poco de agua para relajarse un poco, aunque aquella noticia hace que le pique la curiosidad.
─ Si, lo se…pero es que no reaccionabas…─ dice Samantha mientras se tranquiliza algo, pero empieza a pensar que algo pasa.
─ Es mejor que vayas recogiendo esto…yo tengo que salir…─ dice Regina con el estomago algo revuelto después de la noticia, aunque Samantha sabe que algo esta pasando, en su mente decide seguirla y comprobar que es l oque es.
─ Vale…además me queda alguna cosa por hacer…─ dice Samantha mientras recoge los platos y Regina sale por la puerta tomando el abrigo a toda prisa.
─ De eso nada no te pienso dejar que vayas sola…─ dice Samantha que en cuanto sale Regina esta va detrás de ella a cierta distancia para comprobar lo que le ocurre.
El aire de la noche es fresco el cielo esta completamente despejado, en e el cielo domina la luna llena, pudiendo verse algunas estrellas, las farolas ya están encendidas y el trafico empieza a no ser tan denso, puede verse a los viandantes aun de un sitio para otro y los bares abiertos tomando a su siéntela de la tarde.
Samantha sigue a Regina desde una distancia prudencial intentando no ser vista por ella, atraviesa varias carreteras, la sexta avenida esta a varias manzanas de donde viven, una vez que llega se detiene a cierta distancia, Regina se queda observando el lugar con gran interés como si buscara algo, al menos la prensa y la policía han abandonado el lugar.
Regina se adentra en el callejón en plena oscuridad mientras Samantha se acerca poco a poco, ve como la luz de una linterna ilumina le lugar, que ni siquiera hay iluminación, la única luz que entra es de las farolas de afuera.
─ No es posible…Después de tanto tiempo…─ dice Regina mientras mira al suelo con la linterna se leude ver que hay manchas de sangre por le callejón, pero su vista se fija en una pequeña chapa con un nombre en ella que reconoce que proviene del mismo laboratorio donde ella estaba.
Mientras esta se queda impresionada se escucha como un gruñido proveniente del callejón Regina en seguida se levanta y empieza a apuntar hacia todas partes para ver de donde proviene ese ruido pero no se ve nada, su mente empieza a pensar que se trata de algún perro, pero enseguida un siguiente gruñido la hace salir de aquel pensamiento es mucho mas potente y diferente al de un perro, casi inmediatamente se siente observada por algo entre la oscuridad del sitio logra ver unos ojos amarillos que la observan desde una de las escaleras de incendio, cuando dirige la linterna hacia ese lugar es como si desaparecieran de inmediato.
─ ¿Quién esta hay muéstrate…?...─ pregunta Regina mientras temblorosa apunta la linterna hacia donde escucha los gruñidos pero nuevamente no hay nada, aunque el callejón hace difícil identificar de donde proviene el sonido.
Enseguida empieza a retroceder sin dejar de apuntar con la linterna pero con tan mala suerte que tropieza y cae al suelo dejando caer la linterna al suelo.
En ese momento se escucha como si algo cayera al suelo un gran golpe lo que la linterna apunta son unas garras que parecieran de algún felino.
─ Será mejor que te vayas, voy armada…─ dice Regina con voz nerviosa mientras ve como aquellos pies se acercan a ella, en un movimiento desesperado se lanza por la linterna y la apunta hacia quien tiene delante puede ver algo extraño una figura humanoide de cerca de los dos metros musculada y con un tono de piel muy tostado al parecer vestida con un taparrabos felino, sus manos como unas garras con las uñas largas y de color negro, al llegar a su busto se da cuenta de que es una mujer, aunque lo mas curioso es su rostro aunque es humano como si fuera una joven entre dieciséis y diecisiete años aunque hay ciertos rasgos felinos como bigotes y sus ojos del mismo tipo que de los gatos, siendo una fusión muy curiosa su cabello es como una melena de un león de color naranja fuerte del que sobresalen unas orejas de gato lo mismo que una cola por su espalda que parece moverse de un sitio a otro.
─ ¿Pero que demonios eres tu…?...─ dice Regina mientras se queda mirándola completamente fascinada.
Aquel ser empieza a acercarse lentamente hacia ella, como si tuviera una presa a su alcance, en eso Regina piensa que es su final y no puede mas que cerrar los ojos pero a sus oídos llega la voz de Samantha.
─ No te muevas…─ dice Samantha mientras se pone delante de Regina con los brazos en cruz, aquella cosa se detiene pero empieza a gruñirle, por un instante sus miradas se cruzan quedándose Samantha helada por el miedo.
─ Pero se puede saber que haces aquí…no deberías de haber venido…Ahora es mejor que salgamos de aquí muy despacio…─ dice Regina mientras se levanta lentamente pero sin dejar de apuntar aquel ser que sigue acercándose, en ese momento coloca su mano sobre el hombro de Samantha aquella criatura gruñe como si estuvieran tocando algo suyo.
─ Será mejor que me quites la mano mama, además no creo que pueda salir de aquí…las piernas no me responden…─ dice Samantha mientras sigue en la misma postura y aquel ser llega a su altura por unos momentos se queda mirándola fijamente, Regina no le queda mas que echarse un poco hacia atrás rezando por que no le suceda nada a Samantha.
─ Ni se te ocurra moverte…no hagas ningún movimiento brusco…─ dice Regina mientras retrocede un poco pero manteniendo la distancia.
─ No creo que pudiera hacerlo…─ dice Samantha mientras sigue en la misma postura temblando de miedo, aquel ser empieza a olfatearla como para intentar reconocerla.
─ ¿Pero que…?...─ dice Regina extrañada al ver lo que aquel ser esta haciendo.
En ese momento una vez que la ha olfateado de un movimiento rapidísimo la coge con una mano y solamente le gruñe a Regina y de unos saltos apoyándose en las escaleras de incendio sale de allí, el rostro de Samantha cambia radicalmente y empieza a seguir a aquella criatura.
─ NOOOOOOOO!!!!!, SAMANTHA, SUELTALA!!!...─ dice Regina mientras persigue a aquel ser que ha salido del callejón puede verlo como sigue saltando entre edificios ágilmente, con Samantha en sus brazos.
Después de una larga carrera ve como llega a una especie de bar. abandonado y se mete en el.
─ No pienso dejar que te la lleves…─ dice Samantha para sus adentros dándose valor, por un momento observa el sitio, por suerte no parece que haya mucha gente alrededor, el bar, esta completamente destrozado, el cartel de arriba apenas puede leerse y varios tablones tapan las cristaleras, pueden verse graffiti por todo el lugar.
Regina avanza y empuja la puerta que esta cede sin ningún problema una vez dentro puede ver que hay varias mesas por el suelo y sillas tiradas por todos lados el polvo domina este lugar en el techo hay un viejo ventilador y en una de las esquinas una maquina antigua de discos, delante suya hay una barra con cuero rojo que esta completamente destrozada, detrás de esta una puerta que da a la cocina, de ese sitio empieza a escuchar gruñidos.
Regina avanza lentamente para ver que es lo que ocurre entra por detrás de la barra y se acerca a la puerta empieza a apuntar por todos lados esperando que no le haya pasado nada a Samantha, puede ver que la cocina esta totalmente destrozada, por el suelo alguna rata que otra se pasea; aunque entra algo de luz por las farolas de fuera no puede apagar la linterna, los utensilios y los platos están tirados por el suelo y el olor es bastante fuerte a putrefacción cuando mueve la linterna a una de las paredes puede ver que aquel ser esta en el suelo tumbado al lado de Samantha y no parece para nada peligroso, pero en cuanto le ilumina con la linterna se levanta de golpe poniéndose delante de Samantha.
Regina empieza a mirar por el lugar y ve un cuchillo que enseguida coge amenazando a aquel ser.
─ Suéltala ahora mismo…Entiendes…Samantha, ¿te encuentras bien…?...─ pregunta Regina mientras no deja de mirar a aquella criatura que sigue gruñendo delante de ella.
─ Si, estoy bien pero no creo que me deje ir…─ responde Samantha con tono de miedo mientras se pega a la pared.
─ No se que hacer…─ dice Regina nerviosa, sabe que cualquier movimiento en falso seria la muerte de Samantha, la situación es tensa y por unos momentos se quedan paralizadas en el sitio a la espera que cualquiera haga un movimiento.
En ese momento y sin previo aviso se escucha como la puerta del bar se abre de golpe, como si la tiraran abajo y empiezan a escucharse pasos que entran a toda prisa.
─ ¿Pero que…?...─ pregunta Regina sorprendida ya que no ha llamado a la policía, en ese momento la puerta de la cocina cede de golpe y ve aparecer unos tipos armados y que apuntan a la criatura esta suelta un rugido que llena la habitación y hiela la sangre a Regina.
─ Al suelo…túmbese en el suelo…─ grita uno de los tipos mientras los demás iluminan con sus armas a aquel ser.
─ ¿Quiénes son ustedes…?...─ pregunta Regina mientras esta en el suelo, intenta mirar algo que pueda reconocer pero resulta imposible.
─ No se preocupe, venimos a salvarla…Atrapadla…─ dice una voz ronca y profunda de la cual no llega a reconocer ni a ver el rostro, en ese momento unos de los soldados le apunta con un arma preparado para disparar.
─ Por favor no le hagáis daño…─ dice Samantha cosa que sorprende mucho a Regina, en un instante se escucha un disparo Regina mira de inmediato hacia donde estaba Samantha y aquel ser pero no hay nada.
─ Señor ha desaparecido…─ dice uno de los hombres con tono de sorpresa.
─ No ha podido ir muy lejos…buscadla…─ dice la voz ronca con enfado de mientras los hombres empiezan a apuntar al techo y a todos lados pero no ven nada, de pronto escuchan un gruñido con fuerza.
Y en un abrir y cerrar de ojos se escucha un grito desgarrador y como unos miembros vuelan por el aire salpicando aquel sitio de sangre.
─ Me da lo mismo como la cojas viva o muerta…─ los soldados empiezan a moverse por la cocina intentando detectar a aquel ser pero no parece que este por ninguna parte de momento Regina puede volver a moverse y se aparta hacia un rincón, apuntando con la linterna para ver que es lo que pasa.
En un flash otro de los hombres desaparece y vuelve a escucharse un grito de dolor que envuelve el sitio después de este un gruñido de victoria, los miembros vuelan para caer al suelo como simples trozos de carne, los soldados empiezan a disparar por todas partes intentando acertarle.
El sonido de las balas y el caer de los casquillos llenan el lugar con gran estruendo, cuando al fin logra detenerse no se escucha nada.
─ No creo que haya escapado de eso…─ dice el tipo de la voz ronca, en ese momento Regina lo apunta con la linterna su rostro es muy marcado y tiene una cicatriz que le cruza el ojo pero sin afectarle además de no tener pelo, pero aquel movimiento de Regina resulta ser un error, aquel tipo la encañona con una pistola.
─ No debiste hacer eso…─ dice el tipo mientras retrocede el percutor, Regina se teme que ese será su ultimo momento.
Pero como salida de la nada se escucha un gruñido y ve como aquel ser se lanza por el tipo y de un agrazo hace que la mano de aquel hombre caiga al suelo, este comienza a gritar por el dolor, mientras la criatura se yergue poniéndose de pie desafiante cubierta de sangre, con la mirada inyectada en odio y furia a la vez que le gruñe.
─ DIOS, MATADLA YA!!!...─ grita le tipo mientras retrocede sujetándose la mano por el dolor, los soldados empiezan a retroceder asustados, y casi al mismo tiempo como una ráfaga de aire, aquel ser se lanza por ellos empezando a pegar garrazos a diestro y siniestro destrozando a los soldados en un abrir y cerrar de ojos haciendo que sus miembros vuelen por el lugar dejando aquello salpicado de sangre por todas partes.
─ Esto no quedara así…─ dice el tipo y al momento se escucha como corre.
En ese momento Regina se apoya contra la pared apuntándole a aquel ser con la linterna, nerviosa empieza a mirar si encuentra Samantha por algún sitio.
─ ¿Samantha te encuentras bien…?...─ pregunta Regina nerviosamente intentando ver donde se encuentra, y en ese momento Samantha sale de detrás de aquel ser y abraza a Regina con fuerza.
─ Menos mal que te encuentras bien…Salgamos de aquí…─ dice Regina mientras abraza a Sam pero al momento de irse Samantha suelta la mano de ella.
─ No podemos dejarla aquí…Tenemos que llevárnosla…─ dice Samantha mientras le coge de la mano ensangrentada a aquel ser.
─ Pero…¿te has vuelto loca…?...Eso es imposible a saber que es lo que podría hacer…─ dice Regina con toda la razón del mundo, pero sabe perfectamente que le han salvado la vida.
─ Cariño se que nos ha salvado…pero no sabemos lo que puede hacer…No se te ocurra mirarme de esa forma…ni se te ocurra…─ dice Regina mientras intenta resistirse a la mirada de cordero degollado de Samantha.
─ Mama por favor no podemos dejarla…─ dice Regina con voz tierna y dulce para intentar afectar mas a los sentimientos, en ese momento aquel ser se acerca a Regina esta nerviosa se queda como paralizada mientras esta la olfatea.
─ Muy bien de acuerdo…─ dice Regina a regañadientes en ese momento Samantha se acerca a aquel ser y empieza a acariciarle la melena parece como si respondiera ante ella de alguna forma.
Mientras discuten con lo que hacer empiezan a escucharse sirenas de policía que inundan el lugar, Regina piensa que si las cogen allí tendrían que responder a muchas cosas así que deciden salir cuanto antes.
Samantha empieza a correr todo lo deprisa que pueda saliendo de allí antes que los coches patrullas lleguen de vez en cuando mira hacia atrás y puede ver que Samantha corre con aquel ser cogido de la mano, intentando evitar miradas indiscretas atraviesan el callejón, por suerte es bastante tarde y no hay mucha gente en la calle, nada mas llegar a la casa cierra por dentro y se queda mirando por un instante la estampa de Samantha agarrando a aquel ser.
─ ¿Pero que he hecho…?...─ pregunta Regina para sus adentros mientras mira aquello.
Aquel ser se queda por unos instantes mirando aquel sitio intentando olfatear todos los olores nuevos para ella.
─ Será mejor que la bañemos…Ese olor del bar empieza a ser molesto…─ dice Samantha mientras se tapa la nariz, entretanto sube las escaleras y entra en el baño.
Samantha como puede indica a la criatura que se siente en la bañera, esta se queda mirando hacia todas partes sin esperarse lo que le viene.
─ Veremos lo que pasa…─ dice Regina poniendo la mano en el grifo y preparada para soltar el agua.
En cuanto el agua cae, la criatura suelta una especie de rugido que invade el sitio, Samantha se lanza encima de ella para que no salga de la bañera lo mismo que Regina mojándose por completo.
Una vez que se ha calmado como leuden empiezan a cepillarle el pelo y el cuerpo y poco a poco ese olor va desapareciendo mientras, la bañan ve como en su brazo tiene una herida de un roce lo mas seguro de una de las balas, Regina se queda pensando que no todas llegaron a fallar.
Una vez que han terminado, Regina se levanta en busca de la toalla, pero a la mente le viene enseguida que es lo que hacen los perros y los gatos cuando están mojados como puede se da prisa pero llega tarde, aquel ser empieza a sacudirse con fuerza mojando a ambas completamente y salpicando la habitación por todas partes.
─ Dios, se me había olvidado…─ dice Regina mientras se da la vuelta y ve todo el cuarto de baño con agua por todas partes.
─ Ja, ja, ja, ja …─ ríen ambas sin saber el porque mientras la criatura se queda mirándolas extrañadas por aquello.
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo otro fanfic espero que os guste muchas gracias a todos
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