El telefono sonó en la habitación del hotel. El joven estaba tumbado en la mullida cama, dejando que sus brazos colgaran al borde de esta. Estaba demasiado cansado y las ojeras en su palida piel lo demostraban, aún así se dio la vuelta y cogió el telefono.
-¿Diga?-dijo con voz algo ronca mientras cerraba molesto los ojos debido a la luz del sol que entraba por el ventanal de la habitación-John...digo Steve Gartland al habla.
-Hola somos del departamento de Policía de Sevilla, nos avisaron de su llegada ayer-dijo una voz algo seca al otro lado de la linea- Debe pasarse por comisaría dentro de una hora para que revisemos el informe forense.
-Si claro-respondió todavía algo mareado-Estaré allí en una hora....
Y antes de que pudiera decir nada la línea se cortó. Con el jet lag que seguía confundiendo a su cuerpo se levantó de la cama y miró desconcertado a su alrededor. El papel que cubría las paredes estaba bastante gastado, pero eso no era lo desconcertante, lo desconcertante era que aquel papel mostraba machas de humedad por toda la habitación. El olor de humedad sumado al olor del tabaco que habían dejado sus cigarillos dejaba la habitación bajo un perfume poco agradable, perfume que el viejo ventilador colocado en la mesita para refrescar la estancia se encargaba de distribuir.
-Qué extraño que se haya cortado la línea-se dijo removiendo sus rubios cabellos algo mojados por el sudor-pero supongo que tendré que ir..
Se quitó la camiseta, dejando ver un bien formado torso que estaba enrojecido por el calor. Se dirigió al baño, y se mojó la parte superior de su cuerpo para refrescarse, sin duda España era demasiado calurosa para él y aquel baño con sus baldosas rota a juego con el resto del hotel no hacían más que recordarle lo mucho que echaba de menos su hogar.
Ya estaba perdido en sus pensamientos cuando recordo que debia darse prisa, habia perdido 15 valiosos minutos. Se puso rapidamente una camisa de manga corta algo casual a juego de sus pantalones caqui y salio corriendo del hotel haciendo caso omiso de cuantas personas se cruzaban en su camino. Una vez fuera y bajo un sol de justicia llamó con un simple gesto de su mano a uno de los taxis que pasaba por aquella calle, que a pesar de ser algo antigua estaba bastante concurrida.
Una vez en taxi hizo gala de sus dotes lingüisticas y con un fluido y correcto español pidió al taxista que le llevara a la comisaría de policia. El taxista sorprendido de su buen español no tardo en ponerse en marcha, puso algo de flamenco en la radio, bajo la ventanilla, saco un brazo por esta y con rapidos y bruscos giros fue conduciendo al joven agente através de la calles, era un pueblo pequeño pero aún así estaba bastante cuidado. John no podía evitar fijarse en las diferencias que tenía España con su hogar, allí los taxis eran blanco, la coca cola no tenía tanto azucar, los niños jugaban por las calles al futbol y el aire olia a tradición.
Después de un viaje algo movido llegó a la comisaría de policía algo preocupado recordando que se había cortado la linea, quizá debería haber intentado llamar otra vez.
La comisaría era algo vieja y con la pintura desconchada, cuando entró le sorpendió no oler a un intenso olor a tabaco,en su lugar se encontró un terrible olor papel viejo. Se acercó a un mostrador en el que se encontraba una joven policía organizando algunos papeles. Tenía el pelo moreno recogido en un rebelde moño que dejaba escapar algunos mechones de pelo. El carraspeo ligeramente para llamar su atencion, ella levantó con un suave movimiento la cabeza haciendo que sus oscuros ojos se encontraran con los del rubio, realmente tenia una mirada profunda.
-Perdone soy Steve Gartland, Agente del FBI, he venido para trabajar en el caso de la señorita Wilson. Me llamaron hace un rato.-dijo revolviendo con su mano su rubia cabellera, era algo que hacia por instinto
-Llamaré al inspector Lopéz para comunicarle su llegada, perdone como decia que se llamaba.-dijo pulsando suavemente el boton de algo que parecia un intercomunicador
-Steve Gartland
-Inspector López, pregunta por usted un hombre llamado Steve Gartland, afirma ser un agente del FBI que ha venido a trabajar en el caso de la señora Wilson.-dijo acerando su voz al intercomunicador y dejando que mas mechones se salieran de su moño
-Perdone pero no esperamos la visita de ningún señor Gartland, además el caso de la señora Wilson ya ha sido cerrado-dijo una voz ronca por el intercomunicador que cortó después la comunicación
-Lo lamento señor pero el caso de la señora Wilson ya ha sido resuelto y no teníamos prevista su visita a si que si no tiene nada más que hacer en la comisaría agradecería que abandonara el edificio. Tenemos trabajo que hacer-una vez dicho esto bajo la mirada a su escritorio y continuó con su labor.
El joven se sentía impotente, estaba seguro de que el caso de la señora Wilson no podía haber sido resuelto, aún así salió de la comisaría demasiado confuso para notar sus pasos. Sacó el movil del bolsillo trasero de sus pantalones, marcó rapidamente el número de su jefe pero nadie respondió.